Aseguran tener estrictos protocolos de bioseguridad. El no contar con la aprobación de las autoridades las obliga a trabajar en las calles.
En el Distrito Metropolitano de Quito hay aproximadamente 3,500 trabajadoras sexuales, mujeres que desde hace siete meses no pueden ejercer su oficio de manera formal pues ni el COE Nacional, ni la Secretaría de Salud han autorizado la reapertura de los centros de tolerancia.
Lourdes Torres, presidenta de las trabajadoras sexuales de Pichincha, señala que en al menos 16 cantones estos espacios ya abrieron sus puertas. «Hace meses presentamos un plan al COE nacional, ahora a la Secretaría de Salud, pero solo nos dan largas y largas», asegura Torres.
La mujer agrega que para poder generar ingresos han tenido que laborar en las calles lo que es «mucho más peligroso que hacerlo en un local donde se puede tener control de las trabajadoras y los clientes».
Por eso, la mañana de este 16 de octubre, diversas asociaciones realizaron un plantón a las afueras de las Secretaría de Salud y de Inclusión Social para exigir se analice nuevamente su protocolo y se les permita atender en los centros de tolerancia.
Byron Salvador, propietario de uno de los 127 locales que realizan esta actividad en la capital, indica que han tomado medidas como colocar lavabos a la entrada, sábanas anti fluidos, dispensadores de gel y desinfección de las trabajadoras y clientes cada 15 minutos.
Salvador agrega que han hecho fuertes inversiones, incluyendo las recomendaciones de las autoridades, sin embargo la repuesta para poder reabrir los locales sigue siendo negativa.
Por el momento, el plantón continúa, aunque la Secretaría de Salud no se ha pronunciado. (AVV).