Créditos fiscales vs. municipios

La crisis, agravada por la pandemia, se ha podido solventar con la participación de los gobiernos municipales, que han tomado a su cargo lo que correspondía hacer al gobierno nacional.

Ingresó al país el primer desembolso de un crédito concedido por el Banco Interamericano de Desarrollo, de $2.500 millones.

Una actitud ética y moral, porque no se han cumplido con las disposiciones constitucionales, es que a los gobiernos de los municipios medianos y chicos que hayan invertido recursos para atender la pandemia, tanto en hospitales públicos y casas de salud, como en la entrega de alimentos, se les reintegre esos dineros en base a las facturas respectivas. Así podrán cumplir con sus presupuestos, ya que ni siquiera pueden pagar sueldos a sus trabajadores, a más de que se anuncia que sus ingresos de participación van a ser reducidos; claro está, al margen de la Constitución y la Ley.

El nuevo ministro de Finanzas debe leer los Art. 261 y 273 de la Carta Política, que dictan que la salud y la educación son competencias exclusivas del gobierno nacional y que si se transfieren estas competencias a los gobiernos municipales, se lo debe hacer con transferencia de recursos. Si no hay recursos, tampoco habrá transferencia de competencias.

La Asociación de Municipalidades Ecuatorianas, en lugar de aparentar pedir limosna al solicitar el pago de las asignaciones atrasadas, debe exigir el cumplimiento de la Constitución y de las leyes que rigen las transferencias a los gobiernos municipales. Si los actuales directivos de la AME no sirven, se los debe cambiar y nombrar otros que luchen por el municipalismo, su autonomía y sus recursos.

Gustavo Chiriboga Castro