Populismo y engaño en campaña electoral

DECISIÓN. La ciudadanía tendrá la responsabilidad de escoger a sus gobernantes el próximo 7 de febrero.
DECISIÓN. La ciudadanía tendrá la responsabilidad de escoger a sus gobernantes el próximo 7 de febrero.

El populismo y la urgencia por captar votos llevan a los candidatos a formular ofrecimientos que nada tienen que ver con las funciones que deben desempeñar en los cargos a los que pretenden llegar.

La población, en su desesperación y desconocimiento, acoge esas ideas, se convence por la sonrisa y una aparente empatía y termina entregando en las urnas el tesoro más preciado del candidato: el voto.

El analista político, Jorge Ortiz, aclaró que las únicas funciones que por Constitución les son encomendadas a los legisladores a través del voto popular son las de fiscalizar y legislar.

Advirtió que las promesas de obras, luz, agua, legalización de barrios o alcantarillado son falsas, pues están lejos de las competencias de la Función Legislativa.

“Ellos tienen la función de expedir, reformar, derogar leyes. Cuando un candidato ofrece otra cosa le está mintiendo a la gente”, dijo.

Agregó que el poder legislativo sí tiene una participación en la conformación del presupuesto general del Estado y que en su aprobación, se pueden gestionar algunas partidas, aunque aclaró que el 83% de ese rubro ya tiene asignaciones fijas y es imposible que de ahí se destinen recursos a determinadas provincias.

Lo que sí pueden hacer desde sus curules, explicó, es ofrecer legislación que pueda beneficiar a localidades en exoneraciones, por ejemplo.

Conocer a los candidatos

Héctor Muñoz, asambleísta independiente, indicó que para que esto no ocurra en la próxima campaña, que empieza el 31 de diciembre, los ciudadanos tendrán que emplear este tiempo para conocer y discriminar a los candidatos serios de los de papel.

Alejarse del populismo, dijo, es clave para lograr escoger bien a las autoridades que tomarán las riendas del país los próximos cuatro años.

“Cuando escuchen soluciones a todos sus problemas es por el primero que no tienen que votar”, comentó Muñoz.

Ortiz recalcó que las actividades populistas responden al bajo nivel que tiene la política en el país, con poca capacidad de debate. Esta deficiencia del candidato dijo, lo obliga a intentar convertirse en un Mesías frente a los pobladores que, en algunos casos, terminan por consumir las mentiras.

El analista precisó que el blanco de las falsas promesas se encuentra principalmente en zonas populares, donde la necesidad apremia. (FLC)

Las falsas promesas nacen en los sectores de mayor necesidad, más aun en una situación como la actual”. Jorge Ortiz, analista político