$5 millones por la cabeza de otro testaferro de Maduro

Acusado. Samark José López Bello enfrenta cargos en EE.UU. por crimen organizado y apoyo al narcotráfico.
Acusado. Samark José López Bello enfrenta cargos en EE.UU. por crimen organizado y apoyo al narcotráfico.

Un empresario, de 45 años, también está en la lista de los más buscados de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU.

Washington. Estados Unidos anunció ayer que ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que lleve al arresto o la condena del empresario venezolano Samark José López Bello, que enfrenta cargos en el país norteamericano por crimen organizado y apoyo al narcotráfico.

El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, anunció en un comunicado la recompensa, que busca aumentar la presión contra un empresario, al que Washington acusa de ser el «testaferro» directo del exvicepresidente venezolano y actual ministro del Petróleo, Tareck El Aissami, funcionario del Gobierno de Maduro.

«López Bello trabajó con otros en un intento de violar y evadir las sanciones» estadounidenses, subrayó Pompeo.

Más cabezas

El anuncio llega casi siete meses después de que el Departamento de Estado anunciara otra recompensa de hasta 10 millones de dólares por la captura de El Aissami y cuatro meses después de que prometiera hasta 5 millones a quienes ayuden a detener al superintendente Nacional de Criptomonedas del Gobierno venezolano, Joselit Ramírez Camacho.

Estados Unidos también ofrece desde marzo hasta 15 millones de dólares a quienes le ayuden a detener o condenar al propio presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusado de narcoterrorismo ante un tribunal de Nueva York, así como hasta 10 millones por el dirigente chavista Diosdado Cabello.

Cargos contra López Bello

Enfrenta sanciones estadounidenses por narcotráfico desde 2017. Supuestamente violó esas restricciones al «coordinar con personas que se encontraban en Estados Unidos, usando empresas basadas en Estados Unidos, para organizar vuelos privados», según la oferta de recompensa del Departamento de Estado.

Esos vuelos ayudaron a «El Aissami y a otros» a viajar «entre Venezuela, Rusia, Turquía y la República Dominicana», entre otros sitios, y se reservaron «usando a aliados que entregaron cantidades de dinero en efectivo en Caracas, Venezuela, para luego llevarlas a Estados Unidos».

Debido a esas transacciones y violaciones de las sanciones, las autoridades estadounidenses presentaron cargos federales ante una corte de Nueva York contra el empresario, al que acusan de ser el «testaferro» de El Aissami y de proporcionar «material, apoyo financiero, bienes y servicios» para el narcotráfico.