Iván Elizalde González
Como dirían mis padres “en mis tiempos todos teníamos derecho a estudiar”, ahora existe una prueba para acceder a la educación superior, una serie de pasos y procesos, que el CENESCYT conjuntamente con las universidades han programado como requisitos para que los estudiantes puedan acceder de manera exitosa a la educación superior, no orientados a medir los conocimientos de memoria, sino las aptitudes y actitudes que los estudiantes requerirían para continuar con su formación profesional.
Existen algunos hallazgos que es preciso que las personas deban entender tales como, las asignaciones económicas para las universidades públicas, es decir, el presupuesto universitario depende de las recaudaciones impuesto a la renta y el impuesto al valor agregado, más del 75% del presupuesto de las universidades públicas, viene dado de lo que la administración de turno puede recaudar como país.
Conscientemente debido a la situación que atraviesa el país, las recaudaciones tributarias bajarían en un 50% en un escenario normal y el PIB por intermedio de algunos estudios económicos, se proyecta a tener un decrecimiento entre un 11% al 12% de igual manera no siendo pesimistas.
A todo esto, me referiré a la Universidad Nacional de Loja la cual en un promedio anual gradúa a 2.100 nuevos profesionales entre modalidad abierta y a distancia, es menester de las autoridades de turno y de los asesores económicos tomar las medidas y realizar las gestiones correspondientes, para el correcto desenvolvimiento y manutención de infraestructura, capacitaciones, biblioteca, implementación de redes y canales de primer nivel para una correcta educación online, entre otros.