Reformas para dar autonomía al Banco Central

REFORMAS. Artola dirige el Banco Central desde el inicio del actual Gobierno.
REFORMAS. Artola dirige el Banco Central desde el inicio del actual Gobierno.

Dentro del nuevo acuerdo con el FMI, el Gobierno prepara cambios para darle más autonomía.

Un borrador con los principales artículos que se propondrán dentro de una Ley del Banco Central del Ecuador (BCE) está listo. La iniciativa llegaría a la Asamblea hasta inicios de 2021.

Así, este Gobierno, dentro del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se concentraría en concretar reformas puntuales sobre esa institución y dejaría que las próximas autoridades realicen el cambio integral del Código Monetario y Financiero, que estuvo incluido en la fallida Ley de Crecimiento Económico.

Esa normativa fue negada y archivada por la Asamblea en noviembre 2019, en medio de cuestionamientos, entre otros temas, sobre las reformas planteadas con respecto al BCE.

Verónica Artola, gerente de la entidad, aseguró que se han tomado en cuenta todas las observaciones de los legisladores y no se incluirán asuntos controversiales, como el establecimiento de un régimen propio de contratación pública y la eliminación del coeficiente de liquidez doméstica.

En este sentido, el objetivo es presentar un articulado simple que se concrete en tres grandes reformas necesarias.

Puntos a tratar

El proyecto de ley establecerá que el Presidente de la República presente ternas para cada los puestos en la junta y en el directorio del BCE; pero la designación final quedará en manos de la Asamblea. Según Artola, con eso se aseguraría un nombramiento con contrapesos y una actuación autónoma.

Oswaldo Landázuri, analista económico, no objeta el mecanismo, pero puntualiza que la verdadera independencia se logrará estableciendo criterios altos de experiencia técnica y conocimientos para los postulados.

Sin embargo, varios expertos, como Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, han repetido que se debería buscar opciones de nominación que no incluyan al Ejecutivo y Legislativo; y que las nominaciones deberían provenir de varios sectores como bancos privados, cooperativas, universidades, empresarios y sociedad civil.

Otra reforma importante es restituir la condición que tenía el BCE, antes del correísmo, como tercero confiable o ente asesor. En otras palabras, la institución debe volver a generar estudios sobre las decisiones económicas y, a través de criterios técnicos, discrepar con el Gobierno e incluso evaluar el gasto público y su calidad.

Fortalecimiento de las reservas

En el anterior Gobierno se desmanteló el sistema de balances del BCE y más de $7.000 millones de las reservas se entregaron para darle liquidez al Estado.

El país se quedó sin ahorros para enfrentar shocks externos, como la pandemia por el Covid-19. Por eso, la tercera gran reforma es restituir el esquema de cuatro balances para volver a los niveles de 2008, cuando había una relación de un dólar de depósito por cada dólar de reserva.

Ahora, tenemos apenas 35 centavos que solo cubren el dinero del sistema financiero privado, pero no los fondos que depositan en el BCE otras instituciones públicas, como el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y municipios

Landázuri explicó que la lógica de Correa era que no necesitamos reservas si tenemos activos como hidroeléctricas y carreteras. “Eso es equivocado porque lo que se necesita, sobre todo en época de crisis, es liquidez inmediata. No se puede pagar a los funcionarios públicos con hidroeléctricas”, acotó. (JS)

Realidad económica del país

  • Las reservas no superan los $2.200 millones.
  • Con la llegada de recursos del FMI y China se espera cerrar este año con alrededor de $4.500 millones, lo que representa:
  • Entre 15 a 20 veces menos que otros países, como Colombia, Perú o Chile.