Con la Revolución Francesa de 1789, se terminó con la monarquia, dando paso a la primera y original Asamblea Constituyente, que crea el estado democratico en Francia, con tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial; que en teoría deben tener absoluta independencia en sus funciones; doctrina que es aplicada con seriedad en los países europeos y los Estados Unidos de norte America, a tal punto que un juez puede procesar a cualquier ciudadano, incluso al ciudadano presidente, en caso de incumplimiento de normas, que vulneren derechos y normas constitucionales; tenemos ejemplos, como el caso del juzgamiento y posterior destitución del cargo del expresidente Richard Nixon en Estados Unidos.
Lamentamos que en Ecuador, a pesar de haber transitado por más de ciento noventa años de democracia, no se haya podido fortalecer las instituciones del Estado, de tal suerte que éstas tengan su independencia para actuar, y de esta forma dar seguridad jurídica.
Se crean instituciones burocráticas, que no cumplen ninguna función, ejemplo: Consejo de la Judicatura, que actualmente ha sido desautorizado por una sentencia de la Corte Constitucional, mediante la cual limita la capacidad sancionadora, a los jueces y funcionarios judiciales; prácticamente quedando esta institución sin su función principal que es de controlar a jueces y fiscales, por lo cual debe desaparecer inmediatamente.
Igualmente, la glotonería de poder del exmandatario Correa, lo llevó equivocadamente a crear una constitución hecha a su medida, e incluso, declaró públicamente, que el Jefe de Estado, es jefe de todas las funciones; a quién se le puede ocurrir con mediana inteligencia, que en un estado de derecho exista un Presidente con poderes ilimitados, de hecho se convierte en un gobernante de facto, poniendo a sus órdenes a legisladores y jueces, como lacayos, que tienen que cumplir sus órdenes, con lo cual quedan abiertas las condiciones para un gobierno sin control, robar, matar y pisotear los derechos humanos de sus contrarios, como periodistas y ciudadanos que critiquen tales abusos, lo que nos ha llevado a la quiebra económica, desempleo, endeudamiento extremo, y pobreza generalizada.
Joffre Daza Quiñónez