Candidatos a la carta

La cantidad de fórmulas presidenciales que se imprimirán en la papeleta electoral 2021 representan la dispersión y división de una sociedad que pretende ser guiada por grupos que muy poco se diferencian unos de otros. Poca o nula solidaridad social y el deseo desmesurado de entrar, permanecer y reproducir el poder político y económico sin importarles lo que le sucede a su alrededor. Sin explicar cómo, cuándo, con quién y con qué dinero se mejorará la educación, salud, fuentes de empleo y seguridad social.

Presidenciables de pacotilla formados dentro del concepto de la idea posmoderna del aquí y ahora y el goce consumista. Una eclosión de candidatos sin abrir los ojos durante la crisis de la pandemia que parece salieron del cascarón de aceptación de un estado de cosas: la burda explotación minera y el endeudamiento desbocado; de la patraña izquierda contra derecha, los de arriba contra los de abajo; de esa vacuidad heredada del caudillismo amorfo y esa delincuencia organizada; del eufemismo del tal ‘progresismo’ versus neoliberalismo o de las multinacionales versus el cooperativismo localista.

El francés Thomas Piketty, en su libro ‘El capital del siglo XXI’, aclara que el mayor problema no es el retorno de inversiones sino la desigualdad social y concentración de riqueza en el mundo. Habla sobre un capitalismo patrimonial y heredado soportado en los caprichos de la tecnología que exige impuestos para detener antagonismos irreversibles. Ahora modelo social más agravado por el renacimiento post pandemia de una pésima tele educación e incultura.

Ecuador, con plena experiencia en la concentración de poderes del Estado para crear impuestos y concentrar oligarquías antidemocráticas que huyen con fortunas mal-habidas, aún no encuentra soluciones a su manto de incertidumbres. No concreta aún su plan de regreso a la ‘nueva normalidad’: movilidad, deporte, recreación, el trabajo presencial y su fe religiosa. No termina de una vez con esa inestabilidad psicológica y el auto engaño del crecimiento personal por tele trabajo, el recibo de bonos y apoyos. No confirma la honorabilidad de presidenciables que aún no saben que las masas se comportan de forma irracional en el momento indicado.

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@kleber_mantilla