Ecuador: apocalipsis 2021

Octubre de 2021. El presidente Andrés Aráuz disuelve el congreso (de mayoría opositora) y promulga dos decretos: en el primero ordena al Banco Central disponer, tras publicar en el registro oficial el fin de la dolarización, acuñar la nueva moneda, el “correa de oro”, que circulará desde noviembre.

El segundo decreto establece, tras instaurar una función judicial afín, el perdón de penas a funcionarios del período de Correa involucrados en corrupción. Vuelve desde Bélgica el expresidente (lo reciben funcionarios públicos obligados a asistir). Se le encarga convocar una nueva constituyente que desbarate la constitución de 2008 y en dos meses haga otra, donde se lo declarará ‘líder supremo de la patria’.

Jorge Glas, fuera de la cárcel, es nombrado vicepresidente ad honorem. Se le delega las áreas estratégicas, para construir -ahora sí- la refinería en Manabí. La contratación pública solo será de emergencia. La ministra de gobierno, Gabriela Ribadeneira, emite orden de prisión contra Diana Salazar, Guillermo Lasso, Jaime Nebot, César Montúfar, Fernando Villavicencio, Fernando Balda y los traidores Lenin Moreno y María Paula Romo.

Se ordena, bajo amenaza de clausura, a la prensa, radio y televisión enlazarse a los medios gubernamentales y al periódico oficial “La Patria Recuperada”. Hay toque de queda y prohibición de reuniones, excepto cuando glorifiquen a la “nueva revolución ciudadana”. Surge el ministerio del pensamiento único (lo dirigen Vinicio y Fernando Alvarado).

Correa hace enlaces diarios y hostiga opositores. Se cierra empresas y se decreta que los bancos entreguen dólares a la cuenta única del tesoro, para devolverlos a EE. UU. Ricardo Patiño es vicepresidente; Marcela Aguiñaga, ministra de defensa; Gustavo Jalkh, seguridad interna; Alexis Mera, secretario jurídico (elaborará las nuevas leyes); y Joffre Poma en Energía. Rafael Correa supervisa el área económica, hasta reformar la constitución y volver a la presidencia.

Se ratifica ministros y funcionarios: Virgilio Hernández (acción política), Paola Pabón (gestión territorial), Kintto Lucas (comunicación), Ricardo Ulcuango (asuntos indígenas), Soledad Buendía (bienestar), Pablo Romero (inteligencia) y Pabel Muñoz (educación). Guillaume Long vuelve a la cancillería. Se exige a Londres que libere a Assange para nombrarlo cónsul honorario en ese país. Son las tres de la mañana. Noche de insomnio y pesadillas que, ojalá, no se concreten. De los votantes depende que el terror no regrese…