La fusión entre Petroecuador y Petroamazonas tiene tres puntos críticos

Incertidumbre. No se conoce cómo se concretará una beneficiosa concesión de activos.
Incertidumbre. No se conoce cómo se concretará una beneficiosa concesión de activos.

Faltan balances, valoración de activos, políticas claras para contratar seguros y decisiones para concretar las inversiones necesarias para que no siga reduciéndose la renta petrolera.

El 31 de diciembre de 2020 se termina el plazo para concretar todos los procesos para la fusión entre Petroecuador y Petroamazonas. Sin embargo, todavía hay muchos cabos sueltos, y una nómina combinada de 10.496 personas.

Miguel Robalino, experto petrolero, comentó que se debería analizar la experiencia de Ecopetrol, en Colombia, donde se cambió todo el modelo de gestión y ahora es una de las empresas más eficientes del sector.

“Ellos producen hasta 780.000 barriles diarios y tiene 9.000 empleados, pero no solo en Colombia, sino en el exterior. La nueva empresa petrolera ecuatoriana debería establecer su tamaño óptimo de personal para ser rentable y generar más producción”, acotó

La producción nacional, por más de 3 décadas, se ha estancado en poco más de 500.000 barriles diarios.

Sin balances y con deudas

A pesar de que los primeros anuncios sobre la fusión de Petroecuador y Petroamazonas ocurrieron en abril 2018. No se ha avanzado en temas importantes ,como tener balances ordenados y auditados. En otras palabras, no existen certezas sobre la real situación financiera y económica de las dos instituciones.

El analista económico Diego Olmedo concordó con que la información de utilidades y pérdidas que maneja el Ministerio de Economía es una estimación, que no puede ser adecuadamente validada porque no hay balances ni tiene control del Servicio de Rentas Internas (SRI).

“En el caso de Petroecuador, la Contraloría estableció más de 174 observaciones a la información financiera”, señaló. Además, solo Petroamazonas, con corte al 31 de julio 2020, tiene deudas por $1.887,17 millones; además de unos bonos por $175 millones.

Robalino puntualizó que una nueva empresa petrolera deberá manejarse con cuentas claras y autonomía administrativa y financiera, para evitar problema para el país.

Inversiones y concesiones

Fernando Reyes, vicepresidente del Colegio de Ingenieros Petroleros, recalcó que una de las principales metas debe ser revertir la tendencia decreciente de la renta petrolera, que en los últimos años ha caído a $2.800 millones al año, es decir, menos del 8% del presupuesto del Estado. Esa renta terminará 2020 en un valor menor o igual a $2.000 millones.

Para cambiar esa realidad, se necesita inversión en tecnología de recuperación mejorada y control de agua en los pozos petroleros, pero el país no tiene recursos para eso. En este contexto, una solución sería abrir las puertas a la inversión extranjera mediante contratos de prestación de servicios.

Por otro lado, también se debe transparentar cómo se quiere concesionar la Refinería de Esmeraldas y el campo Sacha. “No hay claridad en los procesos. No se muestra cómo se va a asegurar que una empresa privada resolverá los graves problemas de ineficiencia y contaminación; y si el negocio de la concesión es rentable para el país”, aseguró.

Por otro lado, se deben reducir los costos, y para eso se tendría que comenzar con revisar las tarifas que se pagan a las empresas privadas que explotan petróleo. “Estamos pagando demasiado y, en el mejor de los casos, solo nos queda $2 por barril como ganancia”, puntualizó

Seguro todo riesgo para Petroecuador

Desde 2010, Seguros Sucre se convirtió en el contratista de los seguros de todo riesgo petrolero y de responsabilidad civil de Petroecuador. En 2016 se terminó el último contrato firmado entre las dos instituciones, pero hasta la fecha, los tres procesos de licitación para encontrar un nuevo proveedor han fracasado. Por eso, la petrolera estatal ha hecho 17 extensiones al contrato con aseguradora pública.

Para el próximo 3 de octubre está previsto que se concluya con un nuevo proceso. El presupuesto para asegurar todos los activos de Petroecuador es de $ 54’909.249. Sin embargo, el ex gerente de la institución, Pablo Flores, reconoció que no se cuenta, desde 2016, con una valoración actualizada de los activos y de pasivos. Nunca se concretó la contratación de una auditora internacional.

En su carta de renuncia, Flores argumentó que su salida se debió a que el ministro de Energía, René Ortiz, no vio con buenos ojos sus intentos de transparentar la licitación de un nuevo contrato de seguros. Sin embargo, en su respuesta, el ministro negó las acusaciones y aseguró que pidió al nuevo gerente, Ricardo Merino, que todo se adjudique, lo más pronto posible, con respeto a las normas vigentes del Sistema Nacional de Contratación.

Robalino aseguró que Petroecuador se ha manejado con improvisación e intereses políticos, sin tomar en cuenta lo más beneficioso para el país. “En 2004, el aseguramiento de la empresa costaba 19 millones y ahora se quiere contratar por mas de $54 millones, pero lo ha habido un aumento significativo en los activos”, dijo. (JS)