El órgano electoral

Los sapos del siglo XXI entendieron, desde muy temprano, que la clave para llevarse por delante a la Democracia y a las instituciones que la sostuvieron por casi dos siglos, estaba en asaltar al órgano electoral.

Con procesos electorales y plebiscitarios convirtieron a varias democracias representativas en sistemas autoritarios con validación electoral. Vendieron la idea de que una elección popular era el único mecanismo mediante el cual se podía validar una decisión, la cual no podía ser refutada, enmendada o eliminada.

A vista y paciencia de los ciudadanos, se tomaron las instituciones electorales desde dentro, instaurando incluso, un sistema informático ‘único’, sin fiscalización ni auditorías.

El Ecuador llegó a tal punto de despotismo electoral, que bajo un pusilánime control constitucional, se permitió que -durante períodos electorales-, se destituyera a quienes ocupaban los más altos cargos del Estado.

Existen dudas sobre el sistema informático del Consejo Nacional Electoral que, hace un año, incluso observó la Contraloría. Las denuncias abarcan al registro electoral, problemas en el padrón y votantes ‘bajo tierra’. Más preocupante aún es la configuración del sistema, que habría sido elaborado por técnicos del organismo, y del cual el CNE no da información.

A puertas del nuevo proceso electoral, recordamos que mucha de la paz que buscamos para los siguientes cuatro años vendrá de la legitimidad que tengan estos comicios.

El CNE debe responder con transparencia y apertura, para que permitir una auditoría independiente de su sistema informático ahora, que aún hay tiempo de detectar y corregir sus mañas.

La muerte es un tema de un par de horas o minutos, pero la pensión es como la pobreza, dura toda la vida.

Louis-Ferdinand Céline (1894-1961) Escritor y médico francés.

Cesantía, jubilación y sueldo básico significaron salir de la supervivencia a una vida tolerable.

Martin Luther King, Jr. (1929-1968) Pastor y activista, EE.UU.