Ing. Guido Favián Quirola MBA.
Cuenta la historia, que cada cierto tiempo se presenta una gran ola de transformación innovadora, generalmente acompañada de grandes colapsos financieros. En el ámbito tecnológico; en la década de los 90 asistimos a una de las más grandes transformaciones digitales en la llamada “la burbuja de las .com” ésta, nos trajo como consecuencia la quiebra de innumerables empresas de tecnología basadas en Internet en el denominado “viernes negro”, aun así, según Andrew Grove CEO de Intel, al final, la burbuja tuvo un balance positivo ya que había atraído sumas astronómicas de capital a la construcción de la infraestructura de Internet, que aunque igual se hubiera desarrollado, se construyó en un periodo de cinco años en vez de quince, lo que fue una gran ventaja para el mundo. Esta burbuja obligó a las empresas tradicionales a tomar en serio la red para convertirse en empresas de Internet casi contra su voluntad dejando atrás sus viejos modelos y estructuras de negocio.
El COVID 19, nos deja pérdidas más profundas, vidas de todas las nacionalidades como cuota del mundo para la siguiente gran transformación digital; genera pánico, recesión y ha obligado a todos los emprendimientos individuales, PYMES y grandes empresas, a utilizar toda la infraestructura tecnológica disponible, ajustando y modificando sus procesos de negocio para poder subsistir y acortar estos espacios de distanciamiento social, adoptando en corto tiempo, la tecnología que ha estado vigente desde hace muchos años atrás.
La Destrucción Creativa, es un término famoso en economía y parece dar la pauta de lo que está pasando. Una ola de innovación, una gran pérdida financiera y esperemos que al final, cuando regresemos a la “nueva normalidad”, iniciemos una ansiada edad de oro digital construida sobre las cenizas de lo que quedó.