La madrugada del 12 de agosto de 2020 se detuvo en su domicilio al ex presidente Abdalá Bucaram Ortiz, bajo el ojo de cámaras y una serie de violaciones que no serán parte de este artículo porque quisiera enfocarme en el conjunto de hechos que seguramente ya se borraron de nuestra memoria.
Bucaram hoy vuelve al escenario para recordarnos la fragilidad de la reminiscencia de los ecuatorianos.
Estoy segura que no todos conocerán todos los procesos legales en contra del loco, en todos ellos ha salido totalmente ileso, varios años en Panamá fueron suficientes.
En 1985 su primera demanda, cuando era alcalde Guayaquil, Bucaram realizó fuertes declaraciones en contra de las FF.AA. proceso con sentencia en su contra, en el mismo año llegó un nuevo proceso por sobreprecio de 200 millones de sucres en la compra de cascajo por parte del Municipio de Guayaquil, desde aquellos tiempos encontró refugio en Panamá burlando los dos procesos. En 1997, el caso que espero todos recuerden, peculado por “Mochila Escolar” 40 millones para la compra de 1´800.000 mochilas escolares, el ex presidente abandonó el país y se asiló en Panamá, este caso prescribió 20 años más tarde. En 1998, Nebot demandó a Bucaram por injurias, a pesar de tener una sentencia condenatoria, el loquito volvió a burlar a la justicia ecuatoriana y el caso prescribió. Hoy nuevamente este querido político y su familia se encuentran inmersos en casos de corrupción, esperemos esta vez no meta mano en la justicia y tengamos nuevamente en las calles y pantallas televisivas un show que pretenda burlar la conciencia nacional.
Lamentable pero cierto, el espejo de la política ecuatoriana, como este ex presidente, cientos de casos de corrupción enterrados y burlados, la corrupción cómplice de la amnesia y astucia de unos pocos que han llenado sus bolsillos a costa de la pobreza de un país inmensamente rico.