¿Primarias en Ecuador?

María Rosa Zury

La carrera electoral ha empezado y el Ecuador se encuentra a seis días de concluir el proceso de primarias o elecciones internas de las organizaciones políticas, sin embargo, ante el anuncio anticipado de varios aspirantes presidenciales que dan por hecho su candidatura, vale preguntarnos ¿Qué tan real es el proceso de primarias en nuestro país?.

Antes que nada, es importante reconocer que las primarias son indispensables al momento de hablar de institucionalidad partidista, porque es un procedimiento que le da voz a las bases de las organizaciones políticas y, a la vez, busca impedir el nombramiento “a dedo” de los futuros candidatos. En el Código de la Democracia se establecieron tres modalidades de elecciones internas: primarias abiertas, primarias cerradas y elecciones representativas. Esta última es la más utilizada por las organizaciones políticas del país, dado que, únicamente participan delegados locales, es decir, la directiva de los movimientos o partidos, y no sus bases. Lo que resulta contradictorio, pues se da paso a quienes se autoproclaman candidatos antes de cualquier primaria y no se cumple con la función de participación interna.

A esta situación se suma otro gran problema y es la ausencia de reestructuración de las organizaciones políticas. En nuestro país muy pocos partidos o movimientos han cambiado o renovado sus filas, al contrario, muchos se caracterizan por contar con el mismo líder de años que busca llegar insistentemente a la presidencia, impidiendo que aparezcan nuevas figuras y propuestas. Además, este problema también repercute en aquellas organizaciones políticas carentes de líderes, esos que buscan – desesperadamente – un “outsider” o figura nueva que cuente con reconocimiento público y los lleve al poder. En efecto, nuevamente, se deja de lado la formación y oportunidad a militantes comprometidos con los ideales del partido o movimiento.

En resumen, las primarias terminan siendo un simple procedimiento formal (fallido) que se da por imposición legal, un factor establecido en el Código de la Democracia para decirnos que nuestra institucionalidad partidista existe, aunque sea solo en papeles y mas no por dar voz y participación a las bases. Lastimosamente en la medida que no se establezcan correctamente las reglas de las primarias y su obligatoriedad, el país continuará sometido a un quiebre de representación real. Próximos a unas elecciones, será importante tener un voto consciente, reconocer el oportunismo y los caprichosos del poder, para luego exigir una reestructuración tanto de los partidos como en el Código de la Democracia.

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