Familiares muertos y deudas impagables

REALIDAD. Las clínicas privadas también están saturadas.
REALIDAD. Las clínicas privadas también están saturadas.

Varias clínicas privadas en Tungurahua retienen a los cadáveres hasta que la familia pague la deuda.

La muerte de un ser querido no es el único conflicto que de­ben atravesar varias familias en Tungurahua. A ese dolor se suma la deuda que dejó la enfermedad (Covid-19).

Muchos tuvieron que pedir prestado a amigos, entidades fi­nancieras, al ‘chulco’ o firmar letras en blanco para solventar los gas­tos que en varios casos ascienden a los 70 mil dólares.

La identidad de las per­sonas que darán sus testimonios en esta nota se mantendrá en reserva, porque así lo decidieron.

El padre de José es­tuvo internado en cui­dados intensivos de una clínica de Ambato du­rante 19 días. Debido a que en el Hospital Regional Docente Ambato y en el Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no hay camas tuvieron que acudir a la salud privada.

En Ambato no hay laboratorios
públicos para pruebas PCR.Sin embargo, nada salvó al padre de José. Murió. Cuando tu­vieron que pagar la cuenta, la factura se imprimió por 66.380 dólares. La familia quedó endeudada.

Letra de cambio

Otra historia es la de Vanesa, su tío estuvo internado en una clínica privada y falle­ció de coronavirus. También estuvo enferma su madre, pero debido a que su estado de salud empeoró, tuvieron que sacarla de ese lugar y trasladarla a Guayaquil.

“Para poder llevarla nos hicieron firmar una letra en blanco, ahora ella pelea por su vida en la Unidad de Cui­dados Intensivos del IESS de los Ceibos”, dijo Vanesa.

Otra historia es la de Sebastián. Su esposa se enfermó, estuvo en el IESS sin cama y sin respirador. Fue enton­ces cuando buscó una clínica privada.

Para recibirla le pi­dieron cinco mil dólares, él quería dejar su carro como prenda y no acep­taron. Cuando consiguió el dinero la mujer murió.

A otras familias no les quisieron devolver lo ca­dáveres mientras no paguen la deuda.

En Tungurahua solo el Hospital
Durán pertenece al Achpe.El tío de Xavier murió de coronavirus, después de 17 días en la clínica la cuen­ta salió 32 mil dólares. Los dueños del centro médico retuvieron el cuerpo. La familia recla­mó hasta conseguir que se devuelva el cadáver.

Controles

Según Ximena Chaglla, dele­gada provincial de la Agen­cia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess), no hay ninguna insti­tución que regule los precios en clínicas privadas.

“Al momento no contro­lamos precios, cuando emi­timos un permiso de fun­cionamiento verificamos los componentes de calidad como infraestructura, equipamien­to, talento humano, es cierto que la parte publica está co­lapsaba del tema de Covid-19, pero no nos hemos enmarca­do a costos”, afirmó Chaglla.

Ana Delgado Cedeño, di­rectora ejecutiva de la Aso­ciación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (Achpe), manifestó que la ciudadanía tiene que entender que una cama de te­rapia intensiva tiene un valor superior al de una cama de hospitalización

“El paciente necesita espe­cialistas, no puede atenderlo un médico general, los equi­pos son diferentes, más cos­tosos, se requieren muchos cuidados”, dijo Delgado.

Además, aclaró que el cos­to debe ser analizado de ma­nera detallada, saber la edad del paciente, si tiene más años tiene más riesgos de compli­carse y también si tiene otras enfermedades.

En Ambato las camas de cuidados
intensivos están saturadas.“Si el costo es de 70 mil dó­lares y el paciente estuvo 30 días, cada día cuesta alrededor de 2.500 dólares y ese es el va­lor real que está determinado por el Ministerio de Salud en cualquier Unidad de Cuidados Intensivos”, dijo la Directora Ejecutiva de la Achpe. (APQ)