Alvarito ¿El mesías ecuatoriano?

Vicente Saritama Aizaga

El pasado lunes 20 de julio, el magnate bananero y hoy precandidato a la silla presidencial del Ecuador, abogado, Álvaro Noboa Pontón, anuncia su sexta postulación a las próximas elecciones del 28 de febrero del siguiente año. Con un patrimonio estimado de mil millones de dólares el candidato por el partido Adelante Ecuatoriano Adelante, comienza a escalar y a buscar ventaja entre los aspirantes más opcionados con intención de voto, al no estar inmiscuido en delitos de cuello blanco y de corrupción que adolecen sus similares. Sumado a esto, su innegable éxito durante su trayectoria como empresario, ha sido motivo para que muchos ecuatorianos miren hacia el retrovisor, al histórico candidato como una esperanza de cambio para un país donde su economía tambalea y evita desplomarse todo el tiempo.

Pero para quienes miramos su propuesta desde la vereda de enfrente, cuestionamos este tipo de actos, puesto que consideramos que conducir un país entero conlleva un sinnúmero de complejidades que desembocarían no correr con la misma suerte que dirigir con notoriedad a un múltiplo de empresas. Por el momento, el perfil de un empresario no logrará satisfacer la necesidad real y actual de un país abatido por la descomposición de su justicia, ya que se enfocarían recursos y atenciones privilegiadas a determinados sectores y se descuidarían departamentos ministeriales con igual o mayor importancia.

Así que unámonos a la aspiración de Sebastián Noboa y sigamos permitiendo que pueda disfrutar de más momentos junto a su padre; dejando al César lo del César, a Alvarito lo que es de Alvarito y a Dios lo que es de Dios.

¿Y tú, con qué Alvarito te quedas?

[email protected]