Pasó por Asia y América; ahora China va por bosques africanos

COMERCIO. Una excavadora abre un camino para la tala en una concesión forestal de palisandro en Gabón. En tiendas de toda China se venden muebles de lujo fabricados con esta madera. EFE
COMERCIO. Una excavadora abre un camino para la tala en una concesión forestal de palisandro en Gabón. En tiendas de toda China se venden muebles de lujo fabricados con esta madera. EFE

Redacción DAKAR

Tras diezmar el palisandro, también conocido como palo rosa, en el sudeste asiático y América Latina, ahora China la obtiene de África, donde entre 2010 y 2015 crecieron más de 1.000 veces las exportaciones de ese recurso, convirtiéndola en líder de producción, según datos de británica Agencia de Investigación Ambiental (EIA).

En tiendas minoristas de toda China se venden muebles de lujo que, fabricados en una madera de tono rojizo oscuro, imitan el estilo antiguo. Su demanda comenzó a crecer a principios de los años 2000, con el aumento de la clase media en el país asiático, y alentó la tala ilegal de los bosques en África.

África exporta hasta el 75% de su madera a China.»Pedí un mensaje para que China prohibiera la importación de madera de los países sahelianos porque no tenemos bosques, tenemos el desierto en el norte que se nos viene encima», explica Haïdar El Ali, uno de los ecologistas más influyentes de África occidental, exministro senegalés de Medio Ambiente y actual director de la Agencia de la Reforestación de su país.

Tala no sustentable

Comenzaron por Madagascar, Estado insular con una rica biodiversidad y hogar de toda la población mundial de lémures, pero cuando se agotó continuaron por Gambia, luego Benín, Costa de Marfil y Ghana y, tras volverse a agotar, siguieron en Nigeria.

Entre el 15% y 30% DE LA MADERA Comercializada a nivel mundial se obtuvo de manera ilegal, según ONU e Interpol.China es el mayor importador mundial de madera y el mayor exportador de productos fabricados con ese material.

Ese fenómeno ha provocado tanto la sobreexplotación de los bosques, como la aceleración de la desertificación y el cambio climático, sin que los beneficios repercutan en las poblaciones locales.