Meditación

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ
MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

El Domingo de Resurrección, los creyentes en la voluntad divina, a nivel de naciones rememoran la fecha consagrada a la inmortalidad de nuestro Señor Jesucristo, es Dios vivo, nació, vivió, murió y resucitó para quedarse en el mundo en la trilogía del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Ayer culminó la semana grande, mayor o santa, la última de la cuaresma, desde el Domingo de Ramos hasta el día de ayer, llamado de Resurrección que enaltece la acción de resucitar y dar vida nueva de Nuestro Señor Jesucristo, hijo de Dios hecho hombre.

Con devoción, recogimiento y fervor se consagra anualmente la Semana de Meditación para los creyentes en el Rey de reyes, Señor de señores que entregó su vida como símbolo de templanza, fe y amor a los mortales. Así como existió la Historia Patria, también hubo en la enseñanza educativa la Historia Sagrada que contempló parte de la existencia del hombre en la tierra. Los tiempos pasan aceleradamente y queda la Ideología como rama de la Filosofía que trata de las ideas característica de una doctrina, de un autor o de un movimiento cultural, político o social.

Con meditación, el cristiano quien profesa la fe de Cristo, rememora la Historia Sagrada recibida en los años de infancia y continuada con el libro grande y maestro La Biblia.

El recogimiento contempla el respeto a las normas recibidas y al nivel cultural en el que se emprende desde la tierna infancia. El término meditación nos lleva a aplicar atentamente el pensamiento a la consideración de algo o alguien con cortesía, respeto, urbanidad.

En esta época de muerte abrumadora, de pandemia, de hambruna, de miseria, se requiere profunda meditación y clamar por el cambio y fortaleza espiritual.

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ