Corrupción, un cáncer social

En estos días el tema que nos preocupa al mundo entero a más del coronavirus es la corrupción, pero cuando hablamos de este fenómeno social a qué nos referimos, para la Real Academia Española es la “Acción y efecto de corromper o corromperse”, pues sin duda la corrupción consiste en el mal uso del poder para obtener beneficios particulares o sectoriales.

En plena pandemia han saltado varios casos de corrupción en el país, es insólito tratar de entender que incluso la salud de las personas sea visto como un negocio, de aquí podemos dilucidar cómo un país tan rico ha llegado a ser tan pobre.

Y los casos de corrupción nos demuestran día a día que quienes nos representan tienen todo menos consciencia social, y me pregunto en qué parte del proceso estos casos se evaporan, realmente nuestro sistema judicial está en deuda con todos los ecuatorianos.

La corrupción un cáncer social que ha ido más allá de las políticas del estado, más allá de las instituciones públicas o privadas, y lamentablemente nos acompaña en casi todas las actividades locales, pues todos estamos familiarizados con las clásicas “Ayudas para agilizar el proceso”, “para las colas jefe”, “vamos a arreglar”, “tengo un amigo que nos va a ayudar” “árbitro vendido”.

Pues lamentablemente este fenómeno social se encuentra en todos los ámbitos de nuestra vida, mientras menos educación e información tengamos más campo de acción estamos dando a todos aquellos que nos gobiernan, bien dicen que los políticos nos quieren ciegos y sordos para poder seguir haciendo de las suyas.

La lucha contra la corrupción no es fácil, pero si no empezamos ahora terminaremos recogiendo los pedazos de nuestro país. Para aniquilar este cáncer social se requiere un cambio de mentalidad y de cultura que no solo puede ser promovido por el Estado, debemos entender la educación es y será el principio de los cambios que tanto anhelamos.

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