Está en amarillo, dale más rápido

Juan Pablo Díaz

En el contexto de la pandemia se ha cumplido a cabalidad esa frase en varios sentidos, incrementos de contagios, etc.

Con respecto al transporte, se supone que, en semáforo amarillo, solo pueden circular ciertos vehículos de acuerdo a la placa, no hay que ser observador para verificar que no se está cumpliendo. ¿Cuál es el problema?.

La falta de control sigue siendo una de las causas, pero también la falta de alternativas de movilidad. Los usuarios tienen miedo de usar buses, la reducción de la demanda de viajes en transporte público pone en verdaderos apuros su sostenibilidad económica, razón por la cual deben existir suficientes incentivos para permitir que el transporte público siga operando, y sí hay posibilidades.

El reporte de movilidad de Google para Ecuador, indica que en Loja gran parte de los viajes internos de la ciudad se están reestableciendo, sin embargo dependiendo de la razón de viaje existe una reducción de movilidad de entre -71% y -21%, y solo los viajes residenciales mantienen un incremento del 21% con respecto al inicio de la cuarentena.

Sería importante investigar qué tipos de servicios de transporte público pueden suplir necesidades de movilidad que han aumentado y cómo aprovechar el aumento de otras formas de moverse, por ejemplo adaptar las unidades para permitir viajes intermodales (Bicicleta-Bus), entre otras ideas.

De no responder, lo más probable es que se mantenga la inercia: irrespeto a restricciones vehiculares, irrespeto a los protocolos de bioseguridad en los buses (más contagios), incremento del parque automotor (en mayor medida de motos).

Bueno, ya veremos que nos depara el futuro. Sería mejor que en amarillo bajemos la velocidad, ¿saben por qué? ¡Sorpresa! Nos puede coger el rojo.

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