EDUCACIÓN VS. CORRUPCIÓN

ROBERT PAUL BLACIO

En mi estancia en la Universidad Nacional Autónoma de México, conocí a Héctor Fix Fierro quien fue Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas. En uno de nuestros diálogos sobre corrupción, me comentó la reflexión del destacado Constitucionalista Mexicano Don Jorge Carpizo: “(…) La moral Pública en México se encuentra enferma, es necesario un cambio de mentalidad, por el bien del país. Empero, la corrupción es un vicio muy antiguo y arraigado en nuestra sociedad…”.

Lamentablemente en la mayoría de países de Latinoamérica, muchas situaciones habituales ponen en entredicho nuestra integridad y nuestro juicio ético, desde saltarse una fila hasta utilizar la propia posición para conceder a alguien un beneficio indebido. La imagen de la corrupción se encuentra presente a diario en la prensa, en la opinión pública o incluso en nuestras conversaciones con amigos y familiares, lo que es muy grave, ya que las nuevas generaciones pueden asimilar actitudes egoístas, como si la corrupción fuera algo “natural”.

Es posible derrotar a la corrupción, ¡¡claro que sí!!, con educación; es el momento de generar una reforma integral en el sistema educativo, con una educación que enfatice en niños y jóvenes una cultura de legalidad. Esta reforma debe iniciar desde la educación primaria, promoviendo en los niños valores morales básicos como la integridad, el respeto, la equidad entre otros; continuar en la educación secundaria, enfocando a los jóvenes en la asimilación de valores, su comportamiento, sus derechos y sus responsabilidades; y, concluir en la educación superior, enseñando a los futuros profesionales a identificar, prevenir y resolver dilemas éticos, morales y legales respecto de la corrupción.

Tolerar conductas mezquinas, alrededor del poder, dinero y corrupción, es un grave insulto contra la sociedad. En cambio, un ciudadano, un sector y una sociedad educada en cultura de legalidad, no tolerará jamás un acto de corrupción.

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