Ideas Constructivas

En Japón, en esta época, ha comenzado ya el florecimiento de los cerezos y, con ello, el paisaje cobra colorido asombroso, el Fujiyama adquiere mayor presencia y fascinación, se produce conocida movilidad poblacional en busca de esparcimiento y la temporada turística, por tanto, se acrecienta en las proporciones esperadas.

El caso es que, en estos últimos tiempos, debido al coronavirus el turismo ha decrecido en el orden del 99.99%, lo que ha incidido para que los ingresos, en lo público y privado, se vean mermados en proporciones alarmantes, sobre todo en lo que concierne a la pérdida de empleos.

Frente a semejante situación, los nipones no se han quedado en el lamento ni en la simple declaración mediática de lo que piensan llevar a cabo: han procedido con característico pragmatismo e implementado un programa -siempre y cuando baje el número de contagiados- que comenzará en julio del año en curso, por el que el Gobierno destinará 1.35 billones de yenes, lo que equivale a 12.5 mil millones de dólares, a fin de aportar a los viajeros nacionales en parte de sus gastos mientras recorren ese país asiático.

Esta clase de iniciativas también está siendo replicada en otras latitudes, así, en Sicilia, uno de los polos turísticos más atractivos del Mediterráneo, los italianos pagarán el 50% de los boletos aéreos y un tercio de la estancia a quienes, con prioridad extranjeros, arriben a esa pintoresca isla, además de no cobrar entradas a museos y otros sitios similares.

Ideas constructivas de esta naturaleza se vuelven imprescindibles en momentos tan dramáticos como los actuales, donde la crisis no es solamente sanitaria sino económica y social, que puede traer consecuencias políticas no deseadas, especialmente en pueblos de crónica pobreza e inestabilidad.