Los invisibles

El COE Nacional emite sus cifras diarias, las recibimos, las analizamos y sacamos conclusiones. Sin embargo, el consenso parece ser que son importantes, pero no representan la realidad.

Ministros de gobierno y secretarios de la Administración, alcaldes y médicos, todos lanzan una cifra distinta de cotagios, muertes, sospechosos, inmunes. Y, poco a poco, van apareciendo grupos demográficos invisibles, que por algún cálculo estadístico, fórmula científica o estimación política no se contabilizan dentro de las cifras “oficiales”.

Estas, madres o padres, cónyuges, amigos, merecen aunque sea un número dentro de la compleja trama llamada ‘emergencia sanitaria’.

Poca atención ha recibido la población carcelaria -considerada como ‘grupo acorralado’- ellos y ellas sólo han sido sujeto de pocas pruebas rápidas. Cuando salieron los primeros casos positivos, les sometieron a un ‘muestreo’.

Víctimas de la ceguera oficial parecen ser, también, las comunidades indígenas. Le corresponde al Estado reconocer que no todos los ecuatorianos tienen la misma capacidad de implementar las esctrictas normas de aislamiento social que imparte la autoridad. Trasladarse a otras localidades en busca de una barra más de Internet, estar sujetos al yugo de la explotación como los trabajadores de Furukawa que denuncian contagios sin recursos ni información que les permita salvaguardar su salud, denotan la realidad variopinta de esta pandemia.

Todos merecen ser visibles. Todos merecen ser parte de la ‘realidad’ oficial.

La música puede hacerse donde sea, es invisible y no tiene olor.

Wystan Hugh Austen, (1907 – 1973) Poeta y ensayista británico.

La cultura es lo único que puede salvar un pueblo, lo único, porque la cultura permite ver la miseria y combatirla.

Mercedes Sosa (1935 – 2009) Cantautora argentina.