Un frigorífico lleno de cadáveres vietnamitas, lleva a 26 a la justicia

CRIMEN. La muerte se produjo por asfixia e hipotermia.
CRIMEN. La muerte se produjo por asfixia e hipotermia.

Esfuerzos conjuntos de las fiscalías en Francia, Bélgica e Inglaterra dieron con la red que encerró a migrantes y causó su muerte.

Redacción PARÍS/BRUSELAS

Veintiséis personas fueron detenidas en Francia y Bélgica por integrar la red que introdujo ilegalmente en Reino Unido a 39 inmigrantes vietnamitas que fueron hallados muertos en un camión frigorífico en octubre de 2019.

El modus operandi de la organización criminal alojaba durante meses a decenas de inmigrantes procedentes del sureste asiático, especialmente de Vietnam, y se encargaba de transportarlos, en condiciones peligrosísimas, a través de Europa. El hecho reabrió el debate sobre los peligros que plantean las mafias que trafican con personas y la necesidad de reforzar el control de los puertos.

El hallazgo de los 39 inmigrantes en un camión hecho para transportar alimentos perecibles se dio en un polígono industrial del condado de Essex, al sudoeste de Londres, el 23 de octubre del año pasado, poco después de que el contenedor llegara en una gabarra desde Bélgica.

De los 13 detenidos ayer en Bélgica, provenientes de Marruecos y Vietnam cinco que han sido inculpados por tráfico agravado de seres humanos, pertenencia a organización criminal y de falsificación y uso de documentos falsos.

«Las detenciones constituyen una señal clara para los grupos de traficantes de seres humanos», agregó el Ministerio Público belga.

Entre las víctimas de la tragedia, se encontraban 31 hombres y 8 mujeres (entre ellos 10 adolescentes) procedentes de diferentes regiones de Vietnam.

El conductor del camión frigorífico en el que fueron hallados los cadáveres, el norirlandés Maurice Robinson, se declaró culpable de homicidio involuntario el pasado 8 de abril en el tribunal penal de Old Bailey, en Londres. EFE

La ruta del CO2 o VIP

Los coyotes vietnamitas llaman así al trayecto, ‘la ruta del dióxido de carbono’, por tratarse de un viaje con escasa ventilación y muy poco oxígeno a través del Canal de la Mancha, en buques que transportan contenedores de carga, apilados por decenas; siendo este el último trayecto de una ruta mortal de 9.600 kilómetros que atraviesa el continente asiático hasta llegar a Europa occidental; en este caso, incluso hasta Inglaterra.

1 a 15 años de prisión por víctima es la pena por tráfico de humanos, en Europa, y una multa de mil a 150mil euros por víctima.Existe también otra opción, una ‘VIP’, que comprende una corta estadía en un hotel y el asiento en la cabina del conductor del camión. En comparación con esta, la ruta dentro de la caja metálica, a oscuras y sin aire, puede ser brutal para aquellos que reciben el apodo de ‘cajeros’, apelativo que sucedió a los ‘balseros’ que dejaban su país de origen en Vietnam por vía marítima al terminar la guerra en 1975.

Similar a las rutas de trata en el continente americano, los migrantes vietnamitas con frecuencia acampan durante meses en las carreteras al norte de Francia, antes de conseguir un cupo en un contenedor. Es común que los ‘cabeza de serpiente’, como se conoce a aquellos traficantes, maltraten a los hombres y violen a las mujeres, según reportan varias organizaciones y los sobrevivientes de aquellos viajes mortales.

Las ‘unidades de transporte’ suelen ser refrigeradas, para lo que las personas se acurrucan en capullos de bolsas de aluminio para sobrellevar las largas horas que permanecen encerrados; los traficantes prefieren las cajas refrigeradas, porque evaden los equipos de detección de calor de las autoridades portuarias.