Oportunidad en ambigüedad

Diego Lara León

El Covid-19 ha generado una crisis sin precedentes en los últimos 100 años que nos ha cambiado las preguntas cuando pensábamos que éramos dueños de todas las respuestas.

Hemos escuchado decir que los momentos de crisis son momentos de oportunidades, por ejemplo, en la gran crisis financiera de 2009, el mundo del turismo y alojamiento fue muy golpeado, en ese año nació Airbnb y nació UBER. Nadie hoy puede dudar del éxito y alto impacto mundial de estos dos modelos de negocio.

El aislamiento social nos ha obligado a estar quietos físicamente en casa, pero en el mundo de los negocios y el emprendimiento, es riesgoso quedarse quieto, pues entonces desde casa busquemos oportunidades y aliados, pensemos el futuro, diseñemos nuevos productos, nuevos canales de comercialización, nuevas fuentes de financiamiento.

Estos son tiempos de innovación, en nuestra sociedad quizá habrá un poco de innovación radical, algo más de innovación incremental, pero seguro mucho de mejora continua (pequeñas innovaciones).

El retorno a lo que vivíamos no será posible, volveremos con nuevas formas de convivencia, nuevos miedos, habrá nuevas ofertas y demandas, creo que el teletrabajo vino para quedarse.

Nadie en el mundo tiene una fecha para regresar a la “normalidad”, por lo tanto, en este momento no agendemos fechas para nuestras actividades futuras, es mejor destinar el esfuerzo a repensar, a reconstruir el modelo de negocio y reformular productos y canales de comercialización.

Quizá el mayor reto en nuestro país y en nuestra provincia no sea buscar nuevos emprendimientos por ahora, el reto principal será salvar, fortalecer y evolucionar los emprendimientos existentes.

Hoy y siempre la clave de supervivencia es nuestra capacidad de adaptación a las nuevas realidades. (O)

@dflara