MEDIDAS

La economía ya estuvo en pedazos. Llegó el coronavirus y acabó de colocarla al borde del abismo colmado de incertidumbres en la que nadan la pobreza, el desempleo y el oportunismo de las derechas neoliberales enquistadas en el gobierno. Ansían aprovecharse de la situación para imponer la soñada flexibilización laboral, con sendos beneficios para los grupos privilegiados del sector privado, y graves perjuicios para los trabajadores y el pueblo. También querrán privatizar con el nombre de concesiones, la totalidad del patrimonio nacional.

Los dueños del poder desean reducir la jornada laboral, libertad de contratación por horas, días o semanas para no pagar indemnizaciones, ni seguro social, para no pagar horas extras, ni reconocer vacaciones pagadas. Todo para los poderosos, casi nada para los trabajadores y el pueblo. Hay que reconocer que si hay empresarios que obtienen ganancias legítimas sin explotar a los trabajadores. Los deshonestos no pagan impuestos justos, sus utilidades son mal repartidas, en tanto que las ganancias van al extranjero. Se calcula entre 30 mil y 40 mil millones de dólares han salido del país hacia paraísos fiscales. Con la remisión, los grandes empresarios, banqueros y financistas dejaron de pagar unos 4.500 millones de dólares al SRI e IESS. Ahora dicen que se les debe reducir los impuestos o dejarlos cero.

Las medidas económicas propuestas por el Gobierno han sido rechazadas desde casi todos los sectores económicos, políticos y sociales. Se insiste en el diálogo para adoptar medidas que saquen al país de este pozo y buscar acuerdos entre empleadores y empleados para evitar despidos. ¿Puede haber diálogo entre lobos y ovejas? Dirán “esto te propongo, ¿lo tomas o lo dejas”? Crecerán el desempleo y la pobreza-miseria para el pueblo.

[email protected]