Covid-19 rebasó toda acción predictiva en comunicación

Karina Valarezo González

Hoy escribo de comunicación, pero no de la noticiosa y periodística, sino de la comunicación estratégica que se produce desde una institución o empresa hacia sus públicos internos y externos.

Como introducción decir que la comunicación ha sido y será vital en épocas de incertidumbre. La crisis sanitaria que el mundo se encuentra atravesando, nos tomó por sorpresa a todos y ha creado una sensación de ansiedad que se puede mitigar con comunicación adecuada.

El teletrabajo ha sido el mecanismo que han adoptado muchas organizaciones para no parar, sin embargo, hasta ahora, en un país como el nuestro, este sistema no había sido suficientemente asimilado, ni regulado; por ello el asumirlo de un momento a otro, causa mucha expectativa en directivos y colaboradores.

En este contexto, el papel de los equipos de comunicación de las organizaciones es fundamental para desde la perspectiva de la coherencia y veracidad, crear estrategias de corte informacional, educativo, pero también práctico, que permitan:

A nivel interno:

Entregar directrices claras que permitan a sus colaboradores saber qué hacer y cómo actuar desde la función que desempeñan dentro de la organización;

Avivar su sentido de pertenencia organizacional, viviendo los valores corporativos aún sin estar físicamente en el trabajo;

A nivel externo, que nuestros clientes, proveedores y grupos de interés en general puedan:

Mantener el nivel de servicio, no solo dando respuesta a sus expectativas sino superándolas, demostrando de esa forma resiliencia corporativa y liderazgo.

En las organizaciones solemos decir que trabajamos comunicación preventiva y que contamos con manuales de crisis, pero la pandemia rebasó toda acción predictiva y nos dejó a los departamentos de comunicación retos que no visualizamos con anterioridad, pero que resaltan el papel estratégico que tiene la comunicación en las organizaciones. (O)