Predicar con el ejemplo

El viernes pasado, el presidente, Lenín Moreno, anunció nuevas “contribuciones” a individuos y a la empresa privada. Economistas y analistas difieren en las consecuencias; pero, como todo lo demás, es incierto.

En lo que sí coinciden las opiniones, es que además del hueco financiero en el que ya se encontraba el Estado, la caída de los mercados internacionales y las necesidades urgentes de atender a cientos de miles de ecuatorianos, la dolarización es una camisa de fuerza.

Sin la posibilidad de imprimir o devaluar la moneda, o de ejercer una política monetaria, el Gobierno tiene pocas opciones, además de continuar endeudándose. Entre tanto, los actores económicos continúan especulando sobre el siguiente proyecto de ley urgente.

¿Cómo pretende el Estado, siendo el principal moroso, que el sector privado continúe cumpliendo con las obligaciones? Pues, se debe predicar con el ejemplo. Durante el fin de semana, un vocero del Directorio del IESS declaró la posibilidad de que se tome una decisión en la que se otorgaría flexibilidad en los pagos de patronos. A su mejor estilo, el de las áreas grises, los decretos que se refieren a la suspensión de jornadas laborales, nada dicen sobre la suspensión del pago de obligaciones frente a las mismas instituciones del Estado, como la Seguridad Social y el SRI.

El Estado debe pronunciarse sobre la asistencia a las pequeñas y medianas empresas, que son las que soportan el grueso de la agonizante masa laboral.

¿Qué espera el Gobierno para inyectar liquidez en una economía cuya demanda está absolutamente deprimida? La emisión de papeles que permitan al Estado ir saldando sus deudas, y a sus acreedores cumplir con sus obligaciones es imperante.

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Caminando en línea recta no puede llegar uno muy lejos”.

Antoine de Sant-Exupèry Escritor francés (1900-1944)

Una mente necesita un libro como una espada necesita su piedra de afilar”.

George R. R. Martin Escritor estadounidense (1948)