Sentencia jurídica y moral

Lenin Paladines Salvador

El Tribunal Penal que juzga el caso: Sobornos 2012 – 2016 ha emitido su sentencia oral recurrible para las partes procesales y al mismo tiempo, en su argumentación, ha dejado claro una sentencia moral para quienes en el lapso descrito, fueron actores, cómplices y encubridores del delito de falsedad ideológica electoral; pues, a través de estos actos dolosos y criminales, atentaron contra la fe pública y la democracia en el Ecuador.

El proceso busca sancionar dos hechos claramente definidos, el primero relacionado con el cohecho, figura delictiva que se materializa cuando un servidor público recibe o acepta un beneficio económico indebido o de otra clase para omitir o agilitar cuestiones relativas a sus funciones; y segundo, resarcir el perjuicio ocasionado al Estado.

No obstante, al haberse destinado los fondos recaudados en forma ilícita para las campañas electorales, fiestas y más bacanales; es indudable que la sentencia también sanciona moralmente a todos quienes directa o indirectamente formaron parte de esa estructura delincuencial como lo ha llamado la Fiscal General de la Nación.

Quienes integraron el Gobierno de los sentenciados o que en base a esa estructura delincuencial participaron de las mieles del poder o del asalto a la democracia en sus diferentes dignidades -más allá de llamarse morenistas- deberían figurativamente, recluirse en sus sepulcros como cadáveres políticos para nunca más soñar ser parte de los procesos electorales o de la administración pública.

El Tribunal Penal le ha dado una esperanza al sistema judicial y una lección moral a la clase política partidista, hoy en la figura de Alianza País, advirtiendo que, todo aquel que desee llegar al poder como lo hizo Correa y su banda, tendrá que mirar el pergamino de su cargo tras las rejas; para que esto suceda les deseamos:… buen viento… buena mar. (O)

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