El teletrabajo de conformidad con la plataforma del Ministerio del Trabajo se ha conceptualizado de la siguiente manera: “Es la prestación de servicios lícitos y personales, con relación de dependencia, de carácter no presencial, en jornadas ordinarias o especiales de trabajo, fuera de las instalaciones del lugar donde labora.”
Dada la situación de emergencia sanitaria que hoy nos apaña, diversos sectores económicos del país han encontrado en el teletrabajo una opción que permite continuar con las actividades desde el aislamiento que hoy nos ocupa.
Pero la pregunta es: ¿Estamos los ecuatorianos listos para cumplir actividades a través del teletrabajo? ¿Existen complicaciones o limitaciones en esta modalidad? Es algo que descubriremos a lo largo de las siguientes semanas.
Para que esta modalidad se cumpla de manera eficaz y eficiente es importante tomar en cuenta lo siguiente:
Es muy importante la coordinación entre empleador y trabajador, establecer los objetivos y actividades a realizar. Debemos contar con objetivos semanales, los cuales permitirán verificar el avance y cumplimiento de las actividades. Al contar con médulas familiares diferentes hay que analizar cada caso de manera minuciosa, hay determinar la carga que se tenga en el hogar (Hijos, mujeres embarazadas, madres solteras, personas de tercera edad que estén bajo el cuidado, discapacitados en casa). Es importante que el trabajador cuente con las herramientas necesarias para cumplir sus actividades, el equipo necesario, el internet y la información es vital. Conjugar las actividades del teletrabajo con el descanso y ejercicio es clave para lograr un equilibrio. El trabajo en equipo se torna crucial.
Sin duda, el teletrabajo nos ofrece múltiples ventajas que van desde reducción de costos fijos hasta el equilibrio entre espacios laborales y personales, pero al ser una herramienta improvisada encontraremos en el camino algunos inconvenientes que deberemos ir puliendo y ajustando a la realidad que hoy debemos responsablemente cumplir.