El riesgo es el país

Aunque el Riesgo País de inicios de marzo llegó a la preocupante cifra de 2.792 puntos, no es la cota máxima. Al inicio de la llamada “revolución ciudadana”, derivada en “década del terror”, en 2008, llegó a 5.069 puntos, cuando se declaró la moratoria parcial de la deuda externa, en tiempos de Rafael Correa. Posteriormente, al expresidente -listo para su sentencia- le ayudaron los altos precios del petróleo.

Doce años después, con la economía en soletas, con el presidente Moreno declarando que “el escenario no es catastrófico, pero sí bastante difícil”, hay dudas ante un Gobierno que no despegó. Entre 2019 y 2023, se debe pagar por deuda acumulada $18 mil millones (11 de capital y 7 mil de intereses), según la Cepal. La caída del petróleo, la trasmisión del coronavirus, el Riesgo País y los retrasos de pagos del FMI han puesto al país frente a un problema: cómo financiar el gasto fiscal (sobre todo de una burocracia espesa) y solventar subsidios que debieron eliminarse (como el bono de desarrollo humano).

El Gobierno intenta, con las medidas económicas, dar otro ‘palo de ciego’ para sostenerse; mientras tanto, grupos políticos, empresariales y organizaciones sociales tienen miras de corto plazo, pensando en su beneficio.El problema no es el Riesgo País, sino que el riesgo es el país, por las circunstancias por las que se llegó a esto: un Gobierno que no supo tomar decisiones, unos gremios acostumbrados a pedir dádivas y las organizaciones sociales y políticas que ven una nueva oportunidad para desestabilizar, como en octubre pasado.

No es culpa del impopular FMI. Tampoco del precio de los hidrocarburos (el país desde sus inicios se acostumbró a los auges de exportación de un solo producto -cacao, banano o petróleo-), enriqueciendo a pocos. Peor aún, es culpa del coronavirus, que no le permite al país negociar con China. El peligro es que se trata de un Estado rentista, cobrador de impuestos y colocador de multas por cualquier razón. Las medidas económicas serán como paños fríos para curar el coronavirus. El Gobierno no informa y hace lo mismo que su antecesor: campaña por su candidato, el vicepresidente Sonnenholzner.

[email protected]