El tercer lado de la moneda

Andrés Ontaneda

¿Cara o sello? Preguntó un niño a otro. Querían definir su futuro lanzando una moneda al vacío y que la suerte sea quién defina su camino. Así somos a veces, inocentes cómo ellos, pero a veces tan vulnerables que traemos una tregua entre lo que vemos y lo que realmente ésta sucediendo.

Ya adultos, volvieron a lanzar la moneda, no eran cara, ni sello, eran listel, el tercer lado de la moneda, esa moldura delgada que casi nadie se fija y a veces sólo la gente ve el lado que le conviene.

Una moneda de un dólar americano tiene más 39 personajes en su anverso, a sus inicios era la moneda menos popular, menos pesada, y de peor plata, pero fue su valor imaginario quien supero el contenido metálico y hoy en día es la moneda más fuerte, por la confianza que creo en sí misma y la que le da su gente.

La vida tiene dos caras, la que realmente vive una persona y la que solamente le conviene ver a la otra. La primera, la única que sabe que para llegar a la cima tuvo una pausa en su escarpada, que caminó con miedo y ganó al monstruo: “el qué dirá de la gente” y aquí lo tienen ahora sonriendo, cayendo, imperfecto, equivocándose de nuevo y agradeciendo al pasado lo que es su presente.

El otro lado, es lo oscuro, lo malo, lo burdo, el prejuicio, el error, la burla, la tristeza y la mala fe, ellos te quieren ver caer, endeble, débil y con un paso al costado.

No debemos mostrar solo la mejor cara para ser queridos y apreciados, equivocarse es parte de nuestra vida, pero se debe reconocerlo, la realidad es que no hay camino fácil y quienes han llegado también tienen cara y sello, las comparaciones no son racionales y siempre salimos perdiendo.

Pero mientras marque en su vida el listel del dólar americano, “In God we trust” En Dios confiamos. No será nunca níquel, será siempre humano. (O)

[email protected]