La mujer ha cambiado el mundo

POR: Fausto Jaramillo Y.

A pesar de las liliputienses mentes que no logran ver el presente y peor el futuro, las mujeres, con su lucha, han logrado modificar la historia. Desde hace unas décadas, la Organización de Naciones Unidas estableció el 8 de marzo de cada año como el Día de la Mujer, para recordarnos que en su naturaleza conviven, con igual fuerza su capacidad de crear vida con la capacidad intelectual de crear un mundo mejor.

Por supuesto que nada ni nadie podrá sustituir a una mujer como fuente de vida. Ella concibe, ella aloja en su vientre, por nueve meses, a una nueva persona que viene a poblar este mundo, ella lo alimenta y lo cuida, ella lo forma y lo forja; y, con ello, aporta a su sociedad.

Pero, la mujer es mucho más, muchísimo más que ello. Ella es también creadora de riqueza, pues, al poner su inteligencia y su capacidad al servicio de su sociedad, la engrandece. Su tesón y su coraje, demostrada en miles de páginas históricas, y en el cotidiano vivir permiten corregir conceptos y costumbres a fin de que la sociedad pueda mirar con optimismo su futuro.

En la actualidad no hay ningún campo laboral y vital que esté vedado para el desempeño de la mujer. Ella, en nuestro país, ha estado y está presente en la política alcanzado los mayores puestos de responsabilidad política; en la industria existen mujeres que desempeñan los cargos de mayor rango y responsabilidad; en la vida social del país y de las ciudades, la mujer es timonel de su destino; incluso en el deporte y en profesiones que hasta hace poco se creía que estaban reservadas para el hombre, como las Fuerzas Armadas, la Policía; en la mecánica, la astronomía, científicas de diversas ramas como la biología y las matemáticas, en todas ellas, la mujer está dejando huella.

Este reconocimiento es mundial. En todos los pueblos, las mujeres están cambiando la historia; se han apoderado del mundo intelectual, del laboral, y todo ello, sin perder su condición maternal y educadora.

Por todo ello, resulta asombroso que ciertos líderes políticos, de escaso entendimiento, pretendan, no solo impedir la educación y el avance de la mujer en su sociedad, sino que, además, al menos con sus palabras, sigan caminando hacia atrás en la historia.

En estos días, en América Latina, un ignorante pide a las mujeres que para hacer la “revolución” deben parir seis o más hijos. Esas fueron sus palabras y sus ideas; y con ellas demuestra su pobre educación, su escaso entendimiento de lo que sucede en el mundo y en las sociedades, y sobre todo, su limitadísimo cerebro.

Lo más desconcertante es que este aprendiz de tirano es considerado como uno de los referentes de una visión política que intenta dominar nuestro continente y muchos ciudadanos, incluso ecuatorianos, no ejercen su raciocinio como para entender el daño que significa su implementación.