“¡A parir, pues, a parir! ¡Todas las mujeres a tener seis hijos, todas. Que crezca la patria!”. Así estalló Nicolás Maduro el martes, durante un acto para supervisar el llamado Plan Nacional de Parto Humanizado y Lactancia Materna. Lo hizo después de conversar con una mujer embarazada que le dijo que tenía cinco hijos y otro en camino. Pero no se trató de un simple comentario desafortunado del líder del chavismo. No. Esta vez el dictador hablaba en serio.
Las palabras de Maduro, como era de esperarse, desataron una oleada de críticas y repudio, precisamente, en la semana de celebración del Día Internacional de la Mujer. Aunque el Plan “tiene el objetivo de garantizar los derechos de la mujer en el período de gestación”, la realidad monda y lironda es que el país atraviesa una profunda crisis económica, más de la mitad de su población está empobrecida, uno de cada tres venezolanos está en riesgo alimentario y 7,9% de ellos -unos 2,3 millones de personas- están en riesgo severo, según el último informe del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
En una investigación hecha por Equivalencia en Acción, en las cuatro grandes maternidades públicas se encontró que 27% de los partos eran de adolescentes. De paso, los métodos anticonceptivos también son escasos e inaccesibles para la mayoría. Los hospitales no tienen insumos básicos. Y las embarazadas se ven forzadas a emigrar para parir de forma segura en algún otro país. Para el régimen, las mujeres cuentan solamente como paridoras y mano de obra gratis.
Lo más aburrido del mal es que uno se acostumbra”. Jean Paul Sartre Filósofo francés (1905-1980)El recuerdo del mal pasado resulta muy alegre”. Cicerón orador romano (106 AC-43 AC)