Cumplida una deuda con la historia

Pablo Vivanco Ordóñez

Benjamín Carrión es la personalidad más importante del Ecuador del siglo XX. Su pensamiento trasciende las imaginarias fronteras del tiempo para recordarnos que seguimos siendo una nación en ciernes y que en la cultura va la completa realización del ser humano.

Fue el representante político del movimiento intelectual y, a la inversa, el representante intelectual del movimiento político más avanzado del Ecuador contemporáneo.

Su tinta urgente vertida sobre los diarios de este país demostró que el ejercicio del pensar no riñe con la condición estética, y que el compromiso no debe sacrificarse por mirar desde las ventanas y los balcones el desastre de su pueblo. Demostró que su pensamiento era una acción concreta, y que las palabras no son únicamente para ser escritas, sino para ser expresadas con la material concreción en los hechos.

Su itinerario marca una partida desde la afirmación de lo nacional y la integración cultural, hasta la comprensión de una necesidad de la realización de los más altos valores humanos, pasando por su inflamada lucha por la democracia, el antiimperialismo y las libertades políticas.

No propuso un sistema teórico ni aspiró a hacerlo, pero sí abanderó una propuesta ecuatoriana al pensamiento crítico, practicando esta última como un acto de amor, y aquello, lo ubica a contrapelo de las disciplinas modernas, ya sean académicas, deconstruccionistas o semióticas.

Una reedición de su obra hace justicia con su legado, su compromiso y sus ideas. Las nuevas generaciones debemos volver. Abrir sus páginas es encontrarnos con su pueblo, con sus angustias, con su memoria; y recordarlo, es cumplir con la ineludible tarea humana de pensar en el futuro común del mundo.

La Casa de la Cultura Núcleo de Loja, con enormes y bien merecidos esfuerzos institucionales, cumple, al reeditar esta obra, una deuda con la historia, con el mayor de los lojanos, y con la pequeña gran Patria. (O)

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