El agro en Ecuador se estancó desde 2008

ACTO. El ministro Xavier Lazo entregó una propuesta de mejora al Presidente.
ACTO. El ministro Xavier Lazo entregó una propuesta de mejora al Presidente.

Desde hace 12 años, el sector agrícola continúa representando el 8% del Producto Interno Bruto (PIB, que fue de unos 109 mil millones en 2019). Durante el Gobierno de Lenín Moreno, en casi tres años, no se ha podido dar el paso decisivo hacia la reactivación.

El ministro de Agricultura, Xavier Lazo, reconoció el problema y dijo que “no puede pasar una década más sin tener un norte claro”. Por eso, la semana pasada, en un evento en la parroquia rural de Lloa, en Quito, se presentó la propuesta de ‘Políticas de Estado 2020-2030’.

Sin embargo, es solo un documento base, que comenzará a ser dado a conocer para la construcción del Plan Nacional Agropecuario. No hay plazos ni detalles concretos. Los principales ejes son, en términos generales, el fomento de productividad y calidad; el desarrollo y alcance directo al mercado nacional para evitar intermediarios; infraestructura; facilidades crediticias para acceder a sistemas de riego parcelario tecnificado; asesoría técnica; sostenibilidad ambiental y cooperativismo moderno.

Problemas actuales
No se dice nada, por ejemplo, sobre lo que Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, ha denunciado en varias ocasiones. “Se ha construido una telaraña jurídica donde está atrapado el productor agropecuario mientras la tramitología se lo va comiendo poco a poco”.

El informe sobre ‘Políticas de Apoyo a la Agricultura en América Latina y el Caribe’ del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), establece que Ecuador invierte cada año un 0,42% de su PIB, o $436 millones de dólares en el fomento del agro. Este porcentaje está muy por debajo de Perú y Colombia, que llegan cerca del 3% del PIB.

Juan José Egas Yerovi, consultor del BID, explicó que en el único aspecto donde el país ha tenido una gran incidencia es en los controles de precios.

Estos mecanismos son ineficientes y perjudican directamente al consumidor. La producción de arroz es un claro ejemplo, donde los precios políticos solo terminan transfiriendo gran parte de la demanda interna hacia el contrabando.

Ante la nueva propuesta de políticas agrícolas, la expectativa es ver si se concreta un Plan que mejore las condiciones del sector, donde solo el 5% de los productores pequeños acceden a financiamiento formal. (JS)