El ecuatoriano IX

Patricio Durán

Siguiendo con esta serie de artículos sobre la idiosincrasia del ecuatoriano, quiero comentar que hace unos días viajé a los Estados Unidos, al ‘Imperio’, como suelen referirse los ‘revolucionarios’ del Socialismo del Siglo XXI, quienes no pierden oportunidad para irse de compras allá y luego vienen, llenos de paquetes, a despotricar contra el sistema capitalista.

Al llegar al aeropuerto de Los Ángeles nos recibió un familiar quien muy amablemente nos llevó hasta un hotel cercano. El tráfico es muy intenso en esta ciudad y puede incluso intimidar al turista. “Aquí sí se respetan las leyes de tránsito”, dijo la persona que nos transportaba. Este comentario dio pie para realizar algunos razonamientos sobre la forma de conducir del ecuatoriano en el Ecuador y en los Estados Unidos.

El ecuatoriano cree que la luz amarilla del semáforo significa “acelere”, y no que debe detenerse como si se tratara de una luz roja. Este proceder se ve todos los días en las calles y carreteras ecuatorianas, lo que puede provocar -y provoca- accidentes. También pude notar que los conductores en Estados Unidos son amables, ceden inmediatamente el paso cuando uno pone las direccionales para cambiar de vía. El conductor ecuatoriano que se encuentra en vía principal no cede fácilmente el paso a pesar de poner direccionales, sacar el brazo, hacer la señal de ‘en corto’, en fin. Tampoco ‘los gringos’ tocan el claxon -pito- repetidamente como en Ecuador.

En los Estados Unidos todos los vehículos tienen placas de identificación, empezando por los oficiales, no como en Ecuador que son las autoridades las principales culpables de no llevar placas. Por las calles ecuatorianas se puede ver a diario vehículos oficiales que no llevan placas, infringiendo la Ley de Tránsito que indica el uso obligatorio de placas. Continuará.

Patricio Durán

Siguiendo con esta serie de artículos sobre la idiosincrasia del ecuatoriano, quiero comentar que hace unos días viajé a los Estados Unidos, al ‘Imperio’, como suelen referirse los ‘revolucionarios’ del Socialismo del Siglo XXI, quienes no pierden oportunidad para irse de compras allá y luego vienen, llenos de paquetes, a despotricar contra el sistema capitalista.

Al llegar al aeropuerto de Los Ángeles nos recibió un familiar quien muy amablemente nos llevó hasta un hotel cercano. El tráfico es muy intenso en esta ciudad y puede incluso intimidar al turista. “Aquí sí se respetan las leyes de tránsito”, dijo la persona que nos transportaba. Este comentario dio pie para realizar algunos razonamientos sobre la forma de conducir del ecuatoriano en el Ecuador y en los Estados Unidos.

El ecuatoriano cree que la luz amarilla del semáforo significa “acelere”, y no que debe detenerse como si se tratara de una luz roja. Este proceder se ve todos los días en las calles y carreteras ecuatorianas, lo que puede provocar -y provoca- accidentes. También pude notar que los conductores en Estados Unidos son amables, ceden inmediatamente el paso cuando uno pone las direccionales para cambiar de vía. El conductor ecuatoriano que se encuentra en vía principal no cede fácilmente el paso a pesar de poner direccionales, sacar el brazo, hacer la señal de ‘en corto’, en fin. Tampoco ‘los gringos’ tocan el claxon -pito- repetidamente como en Ecuador.

En los Estados Unidos todos los vehículos tienen placas de identificación, empezando por los oficiales, no como en Ecuador que son las autoridades las principales culpables de no llevar placas. Por las calles ecuatorianas se puede ver a diario vehículos oficiales que no llevan placas, infringiendo la Ley de Tránsito que indica el uso obligatorio de placas. Continuará.

Patricio Durán

Siguiendo con esta serie de artículos sobre la idiosincrasia del ecuatoriano, quiero comentar que hace unos días viajé a los Estados Unidos, al ‘Imperio’, como suelen referirse los ‘revolucionarios’ del Socialismo del Siglo XXI, quienes no pierden oportunidad para irse de compras allá y luego vienen, llenos de paquetes, a despotricar contra el sistema capitalista.

Al llegar al aeropuerto de Los Ángeles nos recibió un familiar quien muy amablemente nos llevó hasta un hotel cercano. El tráfico es muy intenso en esta ciudad y puede incluso intimidar al turista. “Aquí sí se respetan las leyes de tránsito”, dijo la persona que nos transportaba. Este comentario dio pie para realizar algunos razonamientos sobre la forma de conducir del ecuatoriano en el Ecuador y en los Estados Unidos.

El ecuatoriano cree que la luz amarilla del semáforo significa “acelere”, y no que debe detenerse como si se tratara de una luz roja. Este proceder se ve todos los días en las calles y carreteras ecuatorianas, lo que puede provocar -y provoca- accidentes. También pude notar que los conductores en Estados Unidos son amables, ceden inmediatamente el paso cuando uno pone las direccionales para cambiar de vía. El conductor ecuatoriano que se encuentra en vía principal no cede fácilmente el paso a pesar de poner direccionales, sacar el brazo, hacer la señal de ‘en corto’, en fin. Tampoco ‘los gringos’ tocan el claxon -pito- repetidamente como en Ecuador.

En los Estados Unidos todos los vehículos tienen placas de identificación, empezando por los oficiales, no como en Ecuador que son las autoridades las principales culpables de no llevar placas. Por las calles ecuatorianas se puede ver a diario vehículos oficiales que no llevan placas, infringiendo la Ley de Tránsito que indica el uso obligatorio de placas. Continuará.

Patricio Durán

Siguiendo con esta serie de artículos sobre la idiosincrasia del ecuatoriano, quiero comentar que hace unos días viajé a los Estados Unidos, al ‘Imperio’, como suelen referirse los ‘revolucionarios’ del Socialismo del Siglo XXI, quienes no pierden oportunidad para irse de compras allá y luego vienen, llenos de paquetes, a despotricar contra el sistema capitalista.

Al llegar al aeropuerto de Los Ángeles nos recibió un familiar quien muy amablemente nos llevó hasta un hotel cercano. El tráfico es muy intenso en esta ciudad y puede incluso intimidar al turista. “Aquí sí se respetan las leyes de tránsito”, dijo la persona que nos transportaba. Este comentario dio pie para realizar algunos razonamientos sobre la forma de conducir del ecuatoriano en el Ecuador y en los Estados Unidos.

El ecuatoriano cree que la luz amarilla del semáforo significa “acelere”, y no que debe detenerse como si se tratara de una luz roja. Este proceder se ve todos los días en las calles y carreteras ecuatorianas, lo que puede provocar -y provoca- accidentes. También pude notar que los conductores en Estados Unidos son amables, ceden inmediatamente el paso cuando uno pone las direccionales para cambiar de vía. El conductor ecuatoriano que se encuentra en vía principal no cede fácilmente el paso a pesar de poner direccionales, sacar el brazo, hacer la señal de ‘en corto’, en fin. Tampoco ‘los gringos’ tocan el claxon -pito- repetidamente como en Ecuador.

En los Estados Unidos todos los vehículos tienen placas de identificación, empezando por los oficiales, no como en Ecuador que son las autoridades las principales culpables de no llevar placas. Por las calles ecuatorianas se puede ver a diario vehículos oficiales que no llevan placas, infringiendo la Ley de Tránsito que indica el uso obligatorio de placas. Continuará.