Una oferta… jojojo

Adolfo Coronel Illescas

Es increíble la fuerza que tiene un pueblo cuando está unido, apretando el corazón con la mano izquierda y extendiendo hacia arriba, con serenidad y decisión, el puño derecho en señal de que Loja no está dispuesta a seguir olvidada “toda una vida”, ni a continuar añejando sus anhelos y esperanzas. Hemos sido reiterativos en señalar que no es prudente luchar separados y lojanamente divididos, encontrados, mordisqueados mutuamente; que se necesita unir voluntades para pedir, exigir y conseguir respuestas a nuestros derechos y necesidades; y que urge un despertar colectivo antes que la sumisión se coma las palabras y nos vuelva mudos. Bastó con escarbar un poco en nuestra sociedad civil, para reaccionar, estar allí, crecer y progresar, sabedores que la desunión más la despreocupación nos ha desviado, por décadas, del sendero que nos permita mirar más lejos.

Qué bueno entonces que la posición justa y ponderada de la sociedad civil, de la opinión pública y el levantar la voz de los lojanos sea escuchada por Papá Noel quién se ha acordado en Navidad, como nuestros asambleístas, al menos con una oferta… jojojo. Que la ampliación de la vía Loja-Catamayo será de cuatro carriles, según la exigencia del pueblo que está contento, pero no tanto, mientras no se concrete y materialice dicho proyecto, para no quedarnos solo con el… jojojo.

Para ello hay que seguir fortaleciendo la unidad, demostrando lo que somos, pero cuidando de que unos no se aprovechen de la oferta y otros se queden con el… jojojo. Somos o no somos todos. Sin juegos de viveza criolla ni cálculos preelectorales. Y para no cejar el acuerdo de unidad, bienvenida una Asamblea Cívica de Loja, para no mezclar lo cívico con lo político, vehiculizar el despertar de los sectores sociales y decidir ¿Hacia dónde vamos?, conforme sugerimos en nuestra propuesta periodística “Y ahora qué”.

Qué oportuno que esta primera respuesta de lo que consigue la unidad se dé en la Navidad, fecha motivadora de la unión, la paz, amor y solidaridad. Que el “dulce Jesús mío” llegue a todos los hogares lojanos a borrar una tristeza, a iluminar una esperanza. Y que la unidad con la que estamos caminando, nos conduzca a todos hacia ¡Una Feliz Navidad!… Jojojo. (O)

Adolfo Coronel Illescas

Es increíble la fuerza que tiene un pueblo cuando está unido, apretando el corazón con la mano izquierda y extendiendo hacia arriba, con serenidad y decisión, el puño derecho en señal de que Loja no está dispuesta a seguir olvidada “toda una vida”, ni a continuar añejando sus anhelos y esperanzas. Hemos sido reiterativos en señalar que no es prudente luchar separados y lojanamente divididos, encontrados, mordisqueados mutuamente; que se necesita unir voluntades para pedir, exigir y conseguir respuestas a nuestros derechos y necesidades; y que urge un despertar colectivo antes que la sumisión se coma las palabras y nos vuelva mudos. Bastó con escarbar un poco en nuestra sociedad civil, para reaccionar, estar allí, crecer y progresar, sabedores que la desunión más la despreocupación nos ha desviado, por décadas, del sendero que nos permita mirar más lejos.

Qué bueno entonces que la posición justa y ponderada de la sociedad civil, de la opinión pública y el levantar la voz de los lojanos sea escuchada por Papá Noel quién se ha acordado en Navidad, como nuestros asambleístas, al menos con una oferta… jojojo. Que la ampliación de la vía Loja-Catamayo será de cuatro carriles, según la exigencia del pueblo que está contento, pero no tanto, mientras no se concrete y materialice dicho proyecto, para no quedarnos solo con el… jojojo.

Para ello hay que seguir fortaleciendo la unidad, demostrando lo que somos, pero cuidando de que unos no se aprovechen de la oferta y otros se queden con el… jojojo. Somos o no somos todos. Sin juegos de viveza criolla ni cálculos preelectorales. Y para no cejar el acuerdo de unidad, bienvenida una Asamblea Cívica de Loja, para no mezclar lo cívico con lo político, vehiculizar el despertar de los sectores sociales y decidir ¿Hacia dónde vamos?, conforme sugerimos en nuestra propuesta periodística “Y ahora qué”.

Qué oportuno que esta primera respuesta de lo que consigue la unidad se dé en la Navidad, fecha motivadora de la unión, la paz, amor y solidaridad. Que el “dulce Jesús mío” llegue a todos los hogares lojanos a borrar una tristeza, a iluminar una esperanza. Y que la unidad con la que estamos caminando, nos conduzca a todos hacia ¡Una Feliz Navidad!… Jojojo. (O)

Adolfo Coronel Illescas

Es increíble la fuerza que tiene un pueblo cuando está unido, apretando el corazón con la mano izquierda y extendiendo hacia arriba, con serenidad y decisión, el puño derecho en señal de que Loja no está dispuesta a seguir olvidada “toda una vida”, ni a continuar añejando sus anhelos y esperanzas. Hemos sido reiterativos en señalar que no es prudente luchar separados y lojanamente divididos, encontrados, mordisqueados mutuamente; que se necesita unir voluntades para pedir, exigir y conseguir respuestas a nuestros derechos y necesidades; y que urge un despertar colectivo antes que la sumisión se coma las palabras y nos vuelva mudos. Bastó con escarbar un poco en nuestra sociedad civil, para reaccionar, estar allí, crecer y progresar, sabedores que la desunión más la despreocupación nos ha desviado, por décadas, del sendero que nos permita mirar más lejos.

Qué bueno entonces que la posición justa y ponderada de la sociedad civil, de la opinión pública y el levantar la voz de los lojanos sea escuchada por Papá Noel quién se ha acordado en Navidad, como nuestros asambleístas, al menos con una oferta… jojojo. Que la ampliación de la vía Loja-Catamayo será de cuatro carriles, según la exigencia del pueblo que está contento, pero no tanto, mientras no se concrete y materialice dicho proyecto, para no quedarnos solo con el… jojojo.

Para ello hay que seguir fortaleciendo la unidad, demostrando lo que somos, pero cuidando de que unos no se aprovechen de la oferta y otros se queden con el… jojojo. Somos o no somos todos. Sin juegos de viveza criolla ni cálculos preelectorales. Y para no cejar el acuerdo de unidad, bienvenida una Asamblea Cívica de Loja, para no mezclar lo cívico con lo político, vehiculizar el despertar de los sectores sociales y decidir ¿Hacia dónde vamos?, conforme sugerimos en nuestra propuesta periodística “Y ahora qué”.

Qué oportuno que esta primera respuesta de lo que consigue la unidad se dé en la Navidad, fecha motivadora de la unión, la paz, amor y solidaridad. Que el “dulce Jesús mío” llegue a todos los hogares lojanos a borrar una tristeza, a iluminar una esperanza. Y que la unidad con la que estamos caminando, nos conduzca a todos hacia ¡Una Feliz Navidad!… Jojojo. (O)

Adolfo Coronel Illescas

Es increíble la fuerza que tiene un pueblo cuando está unido, apretando el corazón con la mano izquierda y extendiendo hacia arriba, con serenidad y decisión, el puño derecho en señal de que Loja no está dispuesta a seguir olvidada “toda una vida”, ni a continuar añejando sus anhelos y esperanzas. Hemos sido reiterativos en señalar que no es prudente luchar separados y lojanamente divididos, encontrados, mordisqueados mutuamente; que se necesita unir voluntades para pedir, exigir y conseguir respuestas a nuestros derechos y necesidades; y que urge un despertar colectivo antes que la sumisión se coma las palabras y nos vuelva mudos. Bastó con escarbar un poco en nuestra sociedad civil, para reaccionar, estar allí, crecer y progresar, sabedores que la desunión más la despreocupación nos ha desviado, por décadas, del sendero que nos permita mirar más lejos.

Qué bueno entonces que la posición justa y ponderada de la sociedad civil, de la opinión pública y el levantar la voz de los lojanos sea escuchada por Papá Noel quién se ha acordado en Navidad, como nuestros asambleístas, al menos con una oferta… jojojo. Que la ampliación de la vía Loja-Catamayo será de cuatro carriles, según la exigencia del pueblo que está contento, pero no tanto, mientras no se concrete y materialice dicho proyecto, para no quedarnos solo con el… jojojo.

Para ello hay que seguir fortaleciendo la unidad, demostrando lo que somos, pero cuidando de que unos no se aprovechen de la oferta y otros se queden con el… jojojo. Somos o no somos todos. Sin juegos de viveza criolla ni cálculos preelectorales. Y para no cejar el acuerdo de unidad, bienvenida una Asamblea Cívica de Loja, para no mezclar lo cívico con lo político, vehiculizar el despertar de los sectores sociales y decidir ¿Hacia dónde vamos?, conforme sugerimos en nuestra propuesta periodística “Y ahora qué”.

Qué oportuno que esta primera respuesta de lo que consigue la unidad se dé en la Navidad, fecha motivadora de la unión, la paz, amor y solidaridad. Que el “dulce Jesús mío” llegue a todos los hogares lojanos a borrar una tristeza, a iluminar una esperanza. Y que la unidad con la que estamos caminando, nos conduzca a todos hacia ¡Una Feliz Navidad!… Jojojo. (O)