Sabiduría japonesa

POR: Luis Fernando Revelo

Siempre se ha sostenido que la cultura japonesa es una de las culturas más completas que ha hecho enormes aportes al mundo contemporáneo. Sin lugar a dudas, la sabiduría de los ancestros japoneses con su proverbial enseñanza y su visión para vivir es uno de los más valiosos tesoros que podemos rescatar.

Ella afirma: “Si no es tuyo, no lo tomes. Si no es correcto, no lo hagas. Si no es verdad, no lo digas. Si no sabes, calla”. Para ellos el respeto por el otro es lo primero. La cultura japonesa se afana por “entrenar” a sus ciudadanos para cambiar la cultura de la “viveza criolla”, por la de la honestidad y la dignidad. Me encontré en el Internet estas brillantes reflexiones:

En ese entrenamiento estás tú que a los siete años devolviste el vuelto que te dieron demás en el supermercado. No arreglaste la economía, pero salvaste el empleo de la cajera. Que a los 14 ya respetabas tu pudor. Te descolaron del grupo, pero glorificaste a tu Creador. Que a los 18 años, preferiste llegar tarde a tu compromiso, que estacionarte en el puesto vedado. Que a los 25 años evitaste el ‘Control C’ y el ‘Control V’ para tu tesis universitaria. O que a los 35, preferiste perder un contrato, que perder tu dignidad profesional. Al final te perdiste también la foto del juicio que apareció en los medios de comunicación. Tú que a los 42 años, te has tomado en serio lo de la transparencia. Con un clic estás haciendo más honesto al Estado. Eres el que a los 50 y tantos años, rindes cuentas claras: cuánto, por qué, en qué… Tienes la convicción de que no es plata tuya, es plata de otros.

Tú que a la edad que tengas, sabes que la “viveza criolla” es corrupción y que para cambiar lo que te rodea, debes cambiar primero tú. Lucha por el bien ser, el bien hacer, el bien estar y el bien tener.

¡Sé una persona de excelencia!

POR: Luis Fernando Revelo

Siempre se ha sostenido que la cultura japonesa es una de las culturas más completas que ha hecho enormes aportes al mundo contemporáneo. Sin lugar a dudas, la sabiduría de los ancestros japoneses con su proverbial enseñanza y su visión para vivir es uno de los más valiosos tesoros que podemos rescatar.

Ella afirma: “Si no es tuyo, no lo tomes. Si no es correcto, no lo hagas. Si no es verdad, no lo digas. Si no sabes, calla”. Para ellos el respeto por el otro es lo primero. La cultura japonesa se afana por “entrenar” a sus ciudadanos para cambiar la cultura de la “viveza criolla”, por la de la honestidad y la dignidad. Me encontré en el Internet estas brillantes reflexiones:

En ese entrenamiento estás tú que a los siete años devolviste el vuelto que te dieron demás en el supermercado. No arreglaste la economía, pero salvaste el empleo de la cajera. Que a los 14 ya respetabas tu pudor. Te descolaron del grupo, pero glorificaste a tu Creador. Que a los 18 años, preferiste llegar tarde a tu compromiso, que estacionarte en el puesto vedado. Que a los 25 años evitaste el ‘Control C’ y el ‘Control V’ para tu tesis universitaria. O que a los 35, preferiste perder un contrato, que perder tu dignidad profesional. Al final te perdiste también la foto del juicio que apareció en los medios de comunicación. Tú que a los 42 años, te has tomado en serio lo de la transparencia. Con un clic estás haciendo más honesto al Estado. Eres el que a los 50 y tantos años, rindes cuentas claras: cuánto, por qué, en qué… Tienes la convicción de que no es plata tuya, es plata de otros.

Tú que a la edad que tengas, sabes que la “viveza criolla” es corrupción y que para cambiar lo que te rodea, debes cambiar primero tú. Lucha por el bien ser, el bien hacer, el bien estar y el bien tener.

¡Sé una persona de excelencia!

POR: Luis Fernando Revelo

Siempre se ha sostenido que la cultura japonesa es una de las culturas más completas que ha hecho enormes aportes al mundo contemporáneo. Sin lugar a dudas, la sabiduría de los ancestros japoneses con su proverbial enseñanza y su visión para vivir es uno de los más valiosos tesoros que podemos rescatar.

Ella afirma: “Si no es tuyo, no lo tomes. Si no es correcto, no lo hagas. Si no es verdad, no lo digas. Si no sabes, calla”. Para ellos el respeto por el otro es lo primero. La cultura japonesa se afana por “entrenar” a sus ciudadanos para cambiar la cultura de la “viveza criolla”, por la de la honestidad y la dignidad. Me encontré en el Internet estas brillantes reflexiones:

En ese entrenamiento estás tú que a los siete años devolviste el vuelto que te dieron demás en el supermercado. No arreglaste la economía, pero salvaste el empleo de la cajera. Que a los 14 ya respetabas tu pudor. Te descolaron del grupo, pero glorificaste a tu Creador. Que a los 18 años, preferiste llegar tarde a tu compromiso, que estacionarte en el puesto vedado. Que a los 25 años evitaste el ‘Control C’ y el ‘Control V’ para tu tesis universitaria. O que a los 35, preferiste perder un contrato, que perder tu dignidad profesional. Al final te perdiste también la foto del juicio que apareció en los medios de comunicación. Tú que a los 42 años, te has tomado en serio lo de la transparencia. Con un clic estás haciendo más honesto al Estado. Eres el que a los 50 y tantos años, rindes cuentas claras: cuánto, por qué, en qué… Tienes la convicción de que no es plata tuya, es plata de otros.

Tú que a la edad que tengas, sabes que la “viveza criolla” es corrupción y que para cambiar lo que te rodea, debes cambiar primero tú. Lucha por el bien ser, el bien hacer, el bien estar y el bien tener.

¡Sé una persona de excelencia!

POR: Luis Fernando Revelo

Siempre se ha sostenido que la cultura japonesa es una de las culturas más completas que ha hecho enormes aportes al mundo contemporáneo. Sin lugar a dudas, la sabiduría de los ancestros japoneses con su proverbial enseñanza y su visión para vivir es uno de los más valiosos tesoros que podemos rescatar.

Ella afirma: “Si no es tuyo, no lo tomes. Si no es correcto, no lo hagas. Si no es verdad, no lo digas. Si no sabes, calla”. Para ellos el respeto por el otro es lo primero. La cultura japonesa se afana por “entrenar” a sus ciudadanos para cambiar la cultura de la “viveza criolla”, por la de la honestidad y la dignidad. Me encontré en el Internet estas brillantes reflexiones:

En ese entrenamiento estás tú que a los siete años devolviste el vuelto que te dieron demás en el supermercado. No arreglaste la economía, pero salvaste el empleo de la cajera. Que a los 14 ya respetabas tu pudor. Te descolaron del grupo, pero glorificaste a tu Creador. Que a los 18 años, preferiste llegar tarde a tu compromiso, que estacionarte en el puesto vedado. Que a los 25 años evitaste el ‘Control C’ y el ‘Control V’ para tu tesis universitaria. O que a los 35, preferiste perder un contrato, que perder tu dignidad profesional. Al final te perdiste también la foto del juicio que apareció en los medios de comunicación. Tú que a los 42 años, te has tomado en serio lo de la transparencia. Con un clic estás haciendo más honesto al Estado. Eres el que a los 50 y tantos años, rindes cuentas claras: cuánto, por qué, en qué… Tienes la convicción de que no es plata tuya, es plata de otros.

Tú que a la edad que tengas, sabes que la “viveza criolla” es corrupción y que para cambiar lo que te rodea, debes cambiar primero tú. Lucha por el bien ser, el bien hacer, el bien estar y el bien tener.

¡Sé una persona de excelencia!