Exhibicionismo

POR: Luis Fernando Revelo

Se cuenta que cuatro mujeres llegaron a una reunión usando ropas que mostraban demasiado bien sus cuerpos. El presidente de la empresa les dio un buen vistazo y les dijo: «Señoras, todo lo que Dios ha hecho valioso en este mundo está bien cubierto y es difícil de ver o conseguir. Por ejemplo:

1. ¿Dónde puedes encontrar los diamantes? En el fondo de la tierra, cubiertos y protegidos.

2. ¿Dónde se encuentran las perlas? En el fondo del océano, cubiertas y protegidas en una hermosa concha.

3. ¿Dónde puedes encontrar oro? Abajo de la tierra, cubierto con capas de roca y para conseguirlo hay que trabajar duro y cavar profundo”.

Luego agregó: – «Tu cuerpo es sagrado y único. Eres mucho más preciosa que el oro, los diamantes y las perlas, por lo tanto debes estar cubierta tú también”. Y añadió: – «Si mantienes tus minerales preciosos como el oro, los diamantes y las perlas profundamente cubiertos, una organización minera de renombre con la maquinaria necesaria trabajará años de amplia exploración. Primero se pondrán en contacto con tu gobierno (la familia), firmará contratos profesionales (matrimonio) y lo extraerá profesionalmente (vida conyugal). Pero si dejas que tus minerales preciosos se encuentren en la superficie de la tierra, siempre atraerás a un gran número de mineros ilegales para venir, explorar y tomar de forma ilegal esas riquezas…”.

Este hecho nos remite al pudor, a esa parte integrante de la templanza, como señala el Catecismo católico en los numerales 2521 y 2522. El pudor preserva la intimidad de la persona. Designa el rechazo a mostrar lo que debe permanecer velado. Ordena las miradas y los gestos en conformidad con la dignidad de las personas. El pudor es modestia, inspira la elección de la vestimenta. De ahí que hay que vestirse con dignidad.

POR: Luis Fernando Revelo

Se cuenta que cuatro mujeres llegaron a una reunión usando ropas que mostraban demasiado bien sus cuerpos. El presidente de la empresa les dio un buen vistazo y les dijo: «Señoras, todo lo que Dios ha hecho valioso en este mundo está bien cubierto y es difícil de ver o conseguir. Por ejemplo:

1. ¿Dónde puedes encontrar los diamantes? En el fondo de la tierra, cubiertos y protegidos.

2. ¿Dónde se encuentran las perlas? En el fondo del océano, cubiertas y protegidas en una hermosa concha.

3. ¿Dónde puedes encontrar oro? Abajo de la tierra, cubierto con capas de roca y para conseguirlo hay que trabajar duro y cavar profundo”.

Luego agregó: – «Tu cuerpo es sagrado y único. Eres mucho más preciosa que el oro, los diamantes y las perlas, por lo tanto debes estar cubierta tú también”. Y añadió: – «Si mantienes tus minerales preciosos como el oro, los diamantes y las perlas profundamente cubiertos, una organización minera de renombre con la maquinaria necesaria trabajará años de amplia exploración. Primero se pondrán en contacto con tu gobierno (la familia), firmará contratos profesionales (matrimonio) y lo extraerá profesionalmente (vida conyugal). Pero si dejas que tus minerales preciosos se encuentren en la superficie de la tierra, siempre atraerás a un gran número de mineros ilegales para venir, explorar y tomar de forma ilegal esas riquezas…”.

Este hecho nos remite al pudor, a esa parte integrante de la templanza, como señala el Catecismo católico en los numerales 2521 y 2522. El pudor preserva la intimidad de la persona. Designa el rechazo a mostrar lo que debe permanecer velado. Ordena las miradas y los gestos en conformidad con la dignidad de las personas. El pudor es modestia, inspira la elección de la vestimenta. De ahí que hay que vestirse con dignidad.

POR: Luis Fernando Revelo

Se cuenta que cuatro mujeres llegaron a una reunión usando ropas que mostraban demasiado bien sus cuerpos. El presidente de la empresa les dio un buen vistazo y les dijo: «Señoras, todo lo que Dios ha hecho valioso en este mundo está bien cubierto y es difícil de ver o conseguir. Por ejemplo:

1. ¿Dónde puedes encontrar los diamantes? En el fondo de la tierra, cubiertos y protegidos.

2. ¿Dónde se encuentran las perlas? En el fondo del océano, cubiertas y protegidas en una hermosa concha.

3. ¿Dónde puedes encontrar oro? Abajo de la tierra, cubierto con capas de roca y para conseguirlo hay que trabajar duro y cavar profundo”.

Luego agregó: – «Tu cuerpo es sagrado y único. Eres mucho más preciosa que el oro, los diamantes y las perlas, por lo tanto debes estar cubierta tú también”. Y añadió: – «Si mantienes tus minerales preciosos como el oro, los diamantes y las perlas profundamente cubiertos, una organización minera de renombre con la maquinaria necesaria trabajará años de amplia exploración. Primero se pondrán en contacto con tu gobierno (la familia), firmará contratos profesionales (matrimonio) y lo extraerá profesionalmente (vida conyugal). Pero si dejas que tus minerales preciosos se encuentren en la superficie de la tierra, siempre atraerás a un gran número de mineros ilegales para venir, explorar y tomar de forma ilegal esas riquezas…”.

Este hecho nos remite al pudor, a esa parte integrante de la templanza, como señala el Catecismo católico en los numerales 2521 y 2522. El pudor preserva la intimidad de la persona. Designa el rechazo a mostrar lo que debe permanecer velado. Ordena las miradas y los gestos en conformidad con la dignidad de las personas. El pudor es modestia, inspira la elección de la vestimenta. De ahí que hay que vestirse con dignidad.

POR: Luis Fernando Revelo

Se cuenta que cuatro mujeres llegaron a una reunión usando ropas que mostraban demasiado bien sus cuerpos. El presidente de la empresa les dio un buen vistazo y les dijo: «Señoras, todo lo que Dios ha hecho valioso en este mundo está bien cubierto y es difícil de ver o conseguir. Por ejemplo:

1. ¿Dónde puedes encontrar los diamantes? En el fondo de la tierra, cubiertos y protegidos.

2. ¿Dónde se encuentran las perlas? En el fondo del océano, cubiertas y protegidas en una hermosa concha.

3. ¿Dónde puedes encontrar oro? Abajo de la tierra, cubierto con capas de roca y para conseguirlo hay que trabajar duro y cavar profundo”.

Luego agregó: – «Tu cuerpo es sagrado y único. Eres mucho más preciosa que el oro, los diamantes y las perlas, por lo tanto debes estar cubierta tú también”. Y añadió: – «Si mantienes tus minerales preciosos como el oro, los diamantes y las perlas profundamente cubiertos, una organización minera de renombre con la maquinaria necesaria trabajará años de amplia exploración. Primero se pondrán en contacto con tu gobierno (la familia), firmará contratos profesionales (matrimonio) y lo extraerá profesionalmente (vida conyugal). Pero si dejas que tus minerales preciosos se encuentren en la superficie de la tierra, siempre atraerás a un gran número de mineros ilegales para venir, explorar y tomar de forma ilegal esas riquezas…”.

Este hecho nos remite al pudor, a esa parte integrante de la templanza, como señala el Catecismo católico en los numerales 2521 y 2522. El pudor preserva la intimidad de la persona. Designa el rechazo a mostrar lo que debe permanecer velado. Ordena las miradas y los gestos en conformidad con la dignidad de las personas. El pudor es modestia, inspira la elección de la vestimenta. De ahí que hay que vestirse con dignidad.