Ave obtiene su propia reserva

CUIDADO. La Amazona lilacina, reconocida como una nueva especie, tiene esperanzas de sobrevivir. (FOTO: Michael Moens)
CUIDADO. La Amazona lilacina, reconocida como una nueva especie, tiene esperanzas de sobrevivir. (FOTO: Michael Moens)
CUIDADO. La Amazona lilacina, reconocida como una nueva especie, tiene esperanzas de sobrevivir. (FOTO: Michael Moens)
CUIDADO. La Amazona lilacina, reconocida como una nueva especie, tiene esperanzas de sobrevivir. (FOTO: Michael Moens)
CUIDADO. La Amazona lilacina, reconocida como una nueva especie, tiene esperanzas de sobrevivir. (FOTO: Michael Moens)
CUIDADO. La Amazona lilacina, reconocida como una nueva especie, tiene esperanzas de sobrevivir. (FOTO: Michael Moens)
CUIDADO. La Amazona lilacina, reconocida como una nueva especie, tiene esperanzas de sobrevivir. (FOTO: Michael Moens)
CUIDADO. La Amazona lilacina, reconocida como una nueva especie, tiene esperanzas de sobrevivir. (FOTO: Michael Moens)

La protección de la Amazona lilacina, una especie de loro colorida que solo se encuentra en el occidente del país, impulsó a la comuna Las Balsas, en Santa Elena, y a la Fundación Jocotoco, a crear una reserva. La población otorgará a esta última institución el usufructo de sus tierras ancestrales para protegerlas, por un lapso de 99 años.

Este trabajo permitirá la preservación de esta especie a largo plazo, y también de los árboles de algarrobo, cruciales para su supervivencia. El algarrobo es talado para la producción de carbón o para la expansión de la frontera agrícola.

Protección total
Se estima que más de la cuarta parte de su población duerme en tierras de la nueva reserva, dijo Martin Schaefer, director Ejecutivo de Fundación Jocotoco.
La protección también incluye el trabajo para evitar que las aves sean capturadas y traficadas para convertirlas en mascotas. La Fundación anunció el apoyo de organizaciones internacionales.

Los miembros de la comuna han decidido proteger su bosque seco junto a otras especies que habitan en este, como el mono capuchino ecuatoriano y el guacamayo verde mayor.

Como alternativas, Jocotoco explora, junto con los líderes locales, otras opciones productivas sostenibles. (CM)

La protección de la Amazona lilacina, una especie de loro colorida que solo se encuentra en el occidente del país, impulsó a la comuna Las Balsas, en Santa Elena, y a la Fundación Jocotoco, a crear una reserva. La población otorgará a esta última institución el usufructo de sus tierras ancestrales para protegerlas, por un lapso de 99 años.

Este trabajo permitirá la preservación de esta especie a largo plazo, y también de los árboles de algarrobo, cruciales para su supervivencia. El algarrobo es talado para la producción de carbón o para la expansión de la frontera agrícola.

Protección total
Se estima que más de la cuarta parte de su población duerme en tierras de la nueva reserva, dijo Martin Schaefer, director Ejecutivo de Fundación Jocotoco.
La protección también incluye el trabajo para evitar que las aves sean capturadas y traficadas para convertirlas en mascotas. La Fundación anunció el apoyo de organizaciones internacionales.

Los miembros de la comuna han decidido proteger su bosque seco junto a otras especies que habitan en este, como el mono capuchino ecuatoriano y el guacamayo verde mayor.

Como alternativas, Jocotoco explora, junto con los líderes locales, otras opciones productivas sostenibles. (CM)

La protección de la Amazona lilacina, una especie de loro colorida que solo se encuentra en el occidente del país, impulsó a la comuna Las Balsas, en Santa Elena, y a la Fundación Jocotoco, a crear una reserva. La población otorgará a esta última institución el usufructo de sus tierras ancestrales para protegerlas, por un lapso de 99 años.

Este trabajo permitirá la preservación de esta especie a largo plazo, y también de los árboles de algarrobo, cruciales para su supervivencia. El algarrobo es talado para la producción de carbón o para la expansión de la frontera agrícola.

Protección total
Se estima que más de la cuarta parte de su población duerme en tierras de la nueva reserva, dijo Martin Schaefer, director Ejecutivo de Fundación Jocotoco.
La protección también incluye el trabajo para evitar que las aves sean capturadas y traficadas para convertirlas en mascotas. La Fundación anunció el apoyo de organizaciones internacionales.

Los miembros de la comuna han decidido proteger su bosque seco junto a otras especies que habitan en este, como el mono capuchino ecuatoriano y el guacamayo verde mayor.

Como alternativas, Jocotoco explora, junto con los líderes locales, otras opciones productivas sostenibles. (CM)

La protección de la Amazona lilacina, una especie de loro colorida que solo se encuentra en el occidente del país, impulsó a la comuna Las Balsas, en Santa Elena, y a la Fundación Jocotoco, a crear una reserva. La población otorgará a esta última institución el usufructo de sus tierras ancestrales para protegerlas, por un lapso de 99 años.

Este trabajo permitirá la preservación de esta especie a largo plazo, y también de los árboles de algarrobo, cruciales para su supervivencia. El algarrobo es talado para la producción de carbón o para la expansión de la frontera agrícola.

Protección total
Se estima que más de la cuarta parte de su población duerme en tierras de la nueva reserva, dijo Martin Schaefer, director Ejecutivo de Fundación Jocotoco.
La protección también incluye el trabajo para evitar que las aves sean capturadas y traficadas para convertirlas en mascotas. La Fundación anunció el apoyo de organizaciones internacionales.

Los miembros de la comuna han decidido proteger su bosque seco junto a otras especies que habitan en este, como el mono capuchino ecuatoriano y el guacamayo verde mayor.

Como alternativas, Jocotoco explora, junto con los líderes locales, otras opciones productivas sostenibles. (CM)