Examen Ser Bachiller entrará a revisión

MÉTODO. Este sistema de admisión rige desde 2012, tras aprobarse la LOES en el 2010.
MÉTODO. Este sistema de admisión rige desde 2012, tras aprobarse la LOES en el 2010.
MÉTODO. Este sistema de admisión rige desde 2012, tras aprobarse la LOES en el 2010.
MÉTODO. Este sistema de admisión rige desde 2012, tras aprobarse la LOES en el 2010.
MÉTODO. Este sistema de admisión rige desde 2012, tras aprobarse la LOES en el 2010.
MÉTODO. Este sistema de admisión rige desde 2012, tras aprobarse la LOES en el 2010.
MÉTODO. Este sistema de admisión rige desde 2012, tras aprobarse la LOES en el 2010.
MÉTODO. Este sistema de admisión rige desde 2012, tras aprobarse la LOES en el 2010.

Como un examen muy amplio y generalizado, describen los catedráticos a la prueba Ser Bachiller que, desde 2012, es el instrumento que evalúa el desarrollo de las aptitudes y destrezas que los bachilleres deben alcanzar para acceder a estudios de educación superior, en universidades públicas.

César Muñoz, director de la facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador (UCE), reconoce que es necesaria una selección a través de un examen, ya que el filtro para las instituciones públicas es indispensable para evitar la masificación de estudiantes. Sin embargo, indica que la prueba Ser Bachiller se ha convertido en un limitante al momento de elegir una carrera.

El Dato
‘Ser Bachiller’ representa el 30% en la nota de grado. El puntaje es considerado para el ingreso a universidades públicas.“Es muy amplia. No se centra en lo que los estudiantes pretenden alcanzar en su vida profesional. Al ser general están dando conocimientos que a lo mejor en la carrera, que ellos creen que va a ser su futuro, no van a ser necesarios”.

A revisión

En junio de 2018, el extitular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), Augusto Barrera, reconoció que, para ese año, al menos unos 40 mil jóvenes no accedieron a la matrícula universitaria. Esta cifra estuvo anclada a las que indicaron que la tasa bruta de matriculación a instituciones públicas de tercer nivel pasó del 33%, en 2006; al 42,2%, en 2011; y para 2017 y 2018 cayó al 30%.

Barrera atribuyó la baja de porcentajes a la “estandarización” del examen de admisión.

El panorama no ha variado en este 2019, es por eso que, el pasado miércoles, el presidente, Lenín Moreno, informó en cadena nacional que el Estado hará una revisión de la prueba de admisión a la que además describió como “injusta y discriminatoria”.

Áreas de estudio

El docente y magíster en Comercio Exterior, Francisco Caicedo, considera que urgen ajustes “no de carácter puntual, pero sí específicos”.

Para Caicedo, el problema no radica en la prueba como tal, sino en la educación secundaria. “El bachiller que opta por Medicina debió tener una malla curricular acorde a las ciencias de la salud”.

Es doloroso ver a jóvenes deambulando por las calles, con la frustración de no haber podido estudiar la carrera de sus sueños”. Lenín Moreno, presidente.
Al igual que Caicedo, Muñoz considera que se debería hacer una retrospectiva del bachillerato especializado, “más no el unificado, sobre todo para tener las bases suficientes para la universidad”.

Concuerdan en que, si la aspiración del estudiante es seguir materias de índole social, no tendría que prepararse o profundizar en materias científicas, de matemática, de física.

Erick Barba, vicepresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE) del Ecuador, comenta que los puntajes de la prueba han subido de forma exorbitante. “Las preguntas se van repitiendo. El Instituto Nacional de Evaluación Educativa no genera preguntas nuevas. Los estudiantes se preparan dos o tres veces y les sube el puntaje a que, en Medicina, por ejemplo, saquen 1000”.

Los expertos proponen que no se haga un examen por carreras, pero sí por áreas de conocimiento. Hace unos años, la FEUE presentó esta propuesta al Senescyt. (AVV)

Como un examen muy amplio y generalizado, describen los catedráticos a la prueba Ser Bachiller que, desde 2012, es el instrumento que evalúa el desarrollo de las aptitudes y destrezas que los bachilleres deben alcanzar para acceder a estudios de educación superior, en universidades públicas.

César Muñoz, director de la facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador (UCE), reconoce que es necesaria una selección a través de un examen, ya que el filtro para las instituciones públicas es indispensable para evitar la masificación de estudiantes. Sin embargo, indica que la prueba Ser Bachiller se ha convertido en un limitante al momento de elegir una carrera.

El Dato
‘Ser Bachiller’ representa el 30% en la nota de grado. El puntaje es considerado para el ingreso a universidades públicas.“Es muy amplia. No se centra en lo que los estudiantes pretenden alcanzar en su vida profesional. Al ser general están dando conocimientos que a lo mejor en la carrera, que ellos creen que va a ser su futuro, no van a ser necesarios”.

A revisión

En junio de 2018, el extitular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), Augusto Barrera, reconoció que, para ese año, al menos unos 40 mil jóvenes no accedieron a la matrícula universitaria. Esta cifra estuvo anclada a las que indicaron que la tasa bruta de matriculación a instituciones públicas de tercer nivel pasó del 33%, en 2006; al 42,2%, en 2011; y para 2017 y 2018 cayó al 30%.

Barrera atribuyó la baja de porcentajes a la “estandarización” del examen de admisión.

El panorama no ha variado en este 2019, es por eso que, el pasado miércoles, el presidente, Lenín Moreno, informó en cadena nacional que el Estado hará una revisión de la prueba de admisión a la que además describió como “injusta y discriminatoria”.

Áreas de estudio

El docente y magíster en Comercio Exterior, Francisco Caicedo, considera que urgen ajustes “no de carácter puntual, pero sí específicos”.

Para Caicedo, el problema no radica en la prueba como tal, sino en la educación secundaria. “El bachiller que opta por Medicina debió tener una malla curricular acorde a las ciencias de la salud”.

Es doloroso ver a jóvenes deambulando por las calles, con la frustración de no haber podido estudiar la carrera de sus sueños”. Lenín Moreno, presidente.
Al igual que Caicedo, Muñoz considera que se debería hacer una retrospectiva del bachillerato especializado, “más no el unificado, sobre todo para tener las bases suficientes para la universidad”.

Concuerdan en que, si la aspiración del estudiante es seguir materias de índole social, no tendría que prepararse o profundizar en materias científicas, de matemática, de física.

Erick Barba, vicepresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE) del Ecuador, comenta que los puntajes de la prueba han subido de forma exorbitante. “Las preguntas se van repitiendo. El Instituto Nacional de Evaluación Educativa no genera preguntas nuevas. Los estudiantes se preparan dos o tres veces y les sube el puntaje a que, en Medicina, por ejemplo, saquen 1000”.

Los expertos proponen que no se haga un examen por carreras, pero sí por áreas de conocimiento. Hace unos años, la FEUE presentó esta propuesta al Senescyt. (AVV)

Como un examen muy amplio y generalizado, describen los catedráticos a la prueba Ser Bachiller que, desde 2012, es el instrumento que evalúa el desarrollo de las aptitudes y destrezas que los bachilleres deben alcanzar para acceder a estudios de educación superior, en universidades públicas.

César Muñoz, director de la facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador (UCE), reconoce que es necesaria una selección a través de un examen, ya que el filtro para las instituciones públicas es indispensable para evitar la masificación de estudiantes. Sin embargo, indica que la prueba Ser Bachiller se ha convertido en un limitante al momento de elegir una carrera.

El Dato
‘Ser Bachiller’ representa el 30% en la nota de grado. El puntaje es considerado para el ingreso a universidades públicas.“Es muy amplia. No se centra en lo que los estudiantes pretenden alcanzar en su vida profesional. Al ser general están dando conocimientos que a lo mejor en la carrera, que ellos creen que va a ser su futuro, no van a ser necesarios”.

A revisión

En junio de 2018, el extitular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), Augusto Barrera, reconoció que, para ese año, al menos unos 40 mil jóvenes no accedieron a la matrícula universitaria. Esta cifra estuvo anclada a las que indicaron que la tasa bruta de matriculación a instituciones públicas de tercer nivel pasó del 33%, en 2006; al 42,2%, en 2011; y para 2017 y 2018 cayó al 30%.

Barrera atribuyó la baja de porcentajes a la “estandarización” del examen de admisión.

El panorama no ha variado en este 2019, es por eso que, el pasado miércoles, el presidente, Lenín Moreno, informó en cadena nacional que el Estado hará una revisión de la prueba de admisión a la que además describió como “injusta y discriminatoria”.

Áreas de estudio

El docente y magíster en Comercio Exterior, Francisco Caicedo, considera que urgen ajustes “no de carácter puntual, pero sí específicos”.

Para Caicedo, el problema no radica en la prueba como tal, sino en la educación secundaria. “El bachiller que opta por Medicina debió tener una malla curricular acorde a las ciencias de la salud”.

Es doloroso ver a jóvenes deambulando por las calles, con la frustración de no haber podido estudiar la carrera de sus sueños”. Lenín Moreno, presidente.
Al igual que Caicedo, Muñoz considera que se debería hacer una retrospectiva del bachillerato especializado, “más no el unificado, sobre todo para tener las bases suficientes para la universidad”.

Concuerdan en que, si la aspiración del estudiante es seguir materias de índole social, no tendría que prepararse o profundizar en materias científicas, de matemática, de física.

Erick Barba, vicepresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE) del Ecuador, comenta que los puntajes de la prueba han subido de forma exorbitante. “Las preguntas se van repitiendo. El Instituto Nacional de Evaluación Educativa no genera preguntas nuevas. Los estudiantes se preparan dos o tres veces y les sube el puntaje a que, en Medicina, por ejemplo, saquen 1000”.

Los expertos proponen que no se haga un examen por carreras, pero sí por áreas de conocimiento. Hace unos años, la FEUE presentó esta propuesta al Senescyt. (AVV)

Como un examen muy amplio y generalizado, describen los catedráticos a la prueba Ser Bachiller que, desde 2012, es el instrumento que evalúa el desarrollo de las aptitudes y destrezas que los bachilleres deben alcanzar para acceder a estudios de educación superior, en universidades públicas.

César Muñoz, director de la facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador (UCE), reconoce que es necesaria una selección a través de un examen, ya que el filtro para las instituciones públicas es indispensable para evitar la masificación de estudiantes. Sin embargo, indica que la prueba Ser Bachiller se ha convertido en un limitante al momento de elegir una carrera.

El Dato
‘Ser Bachiller’ representa el 30% en la nota de grado. El puntaje es considerado para el ingreso a universidades públicas.“Es muy amplia. No se centra en lo que los estudiantes pretenden alcanzar en su vida profesional. Al ser general están dando conocimientos que a lo mejor en la carrera, que ellos creen que va a ser su futuro, no van a ser necesarios”.

A revisión

En junio de 2018, el extitular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), Augusto Barrera, reconoció que, para ese año, al menos unos 40 mil jóvenes no accedieron a la matrícula universitaria. Esta cifra estuvo anclada a las que indicaron que la tasa bruta de matriculación a instituciones públicas de tercer nivel pasó del 33%, en 2006; al 42,2%, en 2011; y para 2017 y 2018 cayó al 30%.

Barrera atribuyó la baja de porcentajes a la “estandarización” del examen de admisión.

El panorama no ha variado en este 2019, es por eso que, el pasado miércoles, el presidente, Lenín Moreno, informó en cadena nacional que el Estado hará una revisión de la prueba de admisión a la que además describió como “injusta y discriminatoria”.

Áreas de estudio

El docente y magíster en Comercio Exterior, Francisco Caicedo, considera que urgen ajustes “no de carácter puntual, pero sí específicos”.

Para Caicedo, el problema no radica en la prueba como tal, sino en la educación secundaria. “El bachiller que opta por Medicina debió tener una malla curricular acorde a las ciencias de la salud”.

Es doloroso ver a jóvenes deambulando por las calles, con la frustración de no haber podido estudiar la carrera de sus sueños”. Lenín Moreno, presidente.
Al igual que Caicedo, Muñoz considera que se debería hacer una retrospectiva del bachillerato especializado, “más no el unificado, sobre todo para tener las bases suficientes para la universidad”.

Concuerdan en que, si la aspiración del estudiante es seguir materias de índole social, no tendría que prepararse o profundizar en materias científicas, de matemática, de física.

Erick Barba, vicepresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE) del Ecuador, comenta que los puntajes de la prueba han subido de forma exorbitante. “Las preguntas se van repitiendo. El Instituto Nacional de Evaluación Educativa no genera preguntas nuevas. Los estudiantes se preparan dos o tres veces y les sube el puntaje a que, en Medicina, por ejemplo, saquen 1000”.

Los expertos proponen que no se haga un examen por carreras, pero sí por áreas de conocimiento. Hace unos años, la FEUE presentó esta propuesta al Senescyt. (AVV)