Cinco ventajas de la dolarización

Cuando en enero de 2000, el expresidente Jamil Mahuad decretó la dolarización de la economía, más del 75% de las transacciones ya se realizaban en dólares, debido a que los ciudadanos habían perdido la confianza en el sucre como medio de ahorro y compra.

Luego de 19 años, el sistema ha permitido que el país mantenga niveles bajos de inflación (de solo un dígito), ha minimizado el impacto de crisis políticas en la economía, ha quitado la posibilidad de que el Gobierno imprima billetes para financiar gasto corriente, ha disminuido el riesgo de invertir, y ha permitido que el ciudadano común pueda acceder a créditos de largo plazo.

Mauricio Pozo, exministro de Economía, explicó que la decisión de establecer el dólar como moneda ha sido una de las decisiones más acertadas de política económica en las últimas dos décadas. “El 99% de ecuatorianos respalda al dólar. Cualquier intento de volver a una moneda propia sería rechazado por la sociedad”, dijo.

El analista económico, Alberto Acosta Burneo, sin embargo, reconoció que al Gobierno y los ciudadanos les falta entender y adaptarse a que la dolarización implica que los precios se vayan ajustando sin la fijación de precios oficiales, que provocan una demanda ficticia y, a mediano y largo plazo, una producción estancada.

No obstante, el desequilibrio fiscal y el alto endeudamiento son los principales factores que ponen en riesgo el sistema de dolarización a largo plazo. Eso pasó en Zimbabue, donde el Gobierno tuvo que recurrir a papeles y luego a una moneda paralela, vía dinero electrónico, para cubrir el descontrolado gasto estatal. (JS)

¿Reformas del Ejecutivo hacen peligrar la dolarización?
° El denominado Observatorio de la Dolarización, cuyos miembros incluyen a Pablo Dávalos, Carlos de la Torre, Diego Borja, Pedro Páez, Katiuska King y Andrés Mideros, a través de un manifiesto al país, expresaron su preocupación de que las reformas propuestas por el Gobierno, y que están en trámite en la Asamblea, puedan generar un escenario de “crisis sistémica”, que impactaría en la viabilidad del sistema de dolarización y, por tanto, en toda la economía.

“Ante el pedido mayoritario de sectores sociales que demandan por la paz y la estabilidad, y el deber que tienen todas las funciones del Estado de garantizar la transparencia en todos sus actos, creemos que la Asamblea Nacional en un acto de responsabilidad con la sociedad, debe abstenerse de discutir estas reformas, y debe devolverlas al Ejecutivo”, dice el documento.

Puntos que sobresalen

1. Poder adquisitivo del salario. Con el sucre y el proceso inflacionario que se disparó en los últimos años de su vigencia (hasta más del 100%), el sueldo cada vez permitía comprar menos bienes y servicios. Ahora, un salario de 500 dólares equivale a la misma capacidad de compra este mes como seis meses después, debido, por ejemplo, a que la inflación promedio desde 2010 ha sido del 2%.

2. Blindaje contra crisis políticas. Ecuador ha tenido una historia de inestabilidad política, que incluye la caída de gobiernos. En esos casos, la economía se veía afectada con la depreciación de la moneda (menor poder de compra) y más inflación. Desde la dolarización, a pesar de que se han caído regímenes como el de Lucio Gutiérrez, las afectaciones se han minimizado y el dólar mantiene su condición de fuerte medio de ahorro y transacción.

3. Gobierno no puede imprimir moneda. El dólar obliga a que el Gobierno gaste el mismo nivel de sus ingresos. Si no lo hace, los desequilibrios fiscales se vuelven evidentes. “Un régimen populista como el de Rafael Correa, como medio para cubrir el alto gasto público, podría haber recurrido a imprimir más billetes, lo que hubiera creado la ilusión de más riqueza”, explica Mauricio Pozo. Esa impresión de moneda, sin ningún sustento en la producción y la entrada de divisas, provoca que los precios se disparen y la moneda nacional cada vez valga menos.

4. Crédito a largo plazo. Con una moneda fuerte, las instituciones financieras tienen más incentivos para prestar a largo plazo, porque saben que el valor del dinero se mantendrá estable. Por eso, los ecuatorianos tienen más opciones para adquirir préstamos para vivienda con plazos a 30 años.

5. Inversión con menos riesgo. El dólar permite que empresas internacionales vean al país como un destino atractivo para las inversiones, debido a que no hay riesgo cambiario y existe baja inflación. Sin embargo, Pozo recalcó que los capitales no han llegado en los niveles esperados, porque no se han hecho los cambios estructurales para mejorar la productividad y reducir los costos y las trabas en el mercado laboral. Además, todavía persiste la inestabilidad normativa, con una reforma tributaria por año.

Cuando en enero de 2000, el expresidente Jamil Mahuad decretó la dolarización de la economía, más del 75% de las transacciones ya se realizaban en dólares, debido a que los ciudadanos habían perdido la confianza en el sucre como medio de ahorro y compra.

Luego de 19 años, el sistema ha permitido que el país mantenga niveles bajos de inflación (de solo un dígito), ha minimizado el impacto de crisis políticas en la economía, ha quitado la posibilidad de que el Gobierno imprima billetes para financiar gasto corriente, ha disminuido el riesgo de invertir, y ha permitido que el ciudadano común pueda acceder a créditos de largo plazo.

Mauricio Pozo, exministro de Economía, explicó que la decisión de establecer el dólar como moneda ha sido una de las decisiones más acertadas de política económica en las últimas dos décadas. “El 99% de ecuatorianos respalda al dólar. Cualquier intento de volver a una moneda propia sería rechazado por la sociedad”, dijo.

El analista económico, Alberto Acosta Burneo, sin embargo, reconoció que al Gobierno y los ciudadanos les falta entender y adaptarse a que la dolarización implica que los precios se vayan ajustando sin la fijación de precios oficiales, que provocan una demanda ficticia y, a mediano y largo plazo, una producción estancada.

No obstante, el desequilibrio fiscal y el alto endeudamiento son los principales factores que ponen en riesgo el sistema de dolarización a largo plazo. Eso pasó en Zimbabue, donde el Gobierno tuvo que recurrir a papeles y luego a una moneda paralela, vía dinero electrónico, para cubrir el descontrolado gasto estatal. (JS)

¿Reformas del Ejecutivo hacen peligrar la dolarización?
° El denominado Observatorio de la Dolarización, cuyos miembros incluyen a Pablo Dávalos, Carlos de la Torre, Diego Borja, Pedro Páez, Katiuska King y Andrés Mideros, a través de un manifiesto al país, expresaron su preocupación de que las reformas propuestas por el Gobierno, y que están en trámite en la Asamblea, puedan generar un escenario de “crisis sistémica”, que impactaría en la viabilidad del sistema de dolarización y, por tanto, en toda la economía.

“Ante el pedido mayoritario de sectores sociales que demandan por la paz y la estabilidad, y el deber que tienen todas las funciones del Estado de garantizar la transparencia en todos sus actos, creemos que la Asamblea Nacional en un acto de responsabilidad con la sociedad, debe abstenerse de discutir estas reformas, y debe devolverlas al Ejecutivo”, dice el documento.

Puntos que sobresalen

1. Poder adquisitivo del salario. Con el sucre y el proceso inflacionario que se disparó en los últimos años de su vigencia (hasta más del 100%), el sueldo cada vez permitía comprar menos bienes y servicios. Ahora, un salario de 500 dólares equivale a la misma capacidad de compra este mes como seis meses después, debido, por ejemplo, a que la inflación promedio desde 2010 ha sido del 2%.

2. Blindaje contra crisis políticas. Ecuador ha tenido una historia de inestabilidad política, que incluye la caída de gobiernos. En esos casos, la economía se veía afectada con la depreciación de la moneda (menor poder de compra) y más inflación. Desde la dolarización, a pesar de que se han caído regímenes como el de Lucio Gutiérrez, las afectaciones se han minimizado y el dólar mantiene su condición de fuerte medio de ahorro y transacción.

3. Gobierno no puede imprimir moneda. El dólar obliga a que el Gobierno gaste el mismo nivel de sus ingresos. Si no lo hace, los desequilibrios fiscales se vuelven evidentes. “Un régimen populista como el de Rafael Correa, como medio para cubrir el alto gasto público, podría haber recurrido a imprimir más billetes, lo que hubiera creado la ilusión de más riqueza”, explica Mauricio Pozo. Esa impresión de moneda, sin ningún sustento en la producción y la entrada de divisas, provoca que los precios se disparen y la moneda nacional cada vez valga menos.

4. Crédito a largo plazo. Con una moneda fuerte, las instituciones financieras tienen más incentivos para prestar a largo plazo, porque saben que el valor del dinero se mantendrá estable. Por eso, los ecuatorianos tienen más opciones para adquirir préstamos para vivienda con plazos a 30 años.

5. Inversión con menos riesgo. El dólar permite que empresas internacionales vean al país como un destino atractivo para las inversiones, debido a que no hay riesgo cambiario y existe baja inflación. Sin embargo, Pozo recalcó que los capitales no han llegado en los niveles esperados, porque no se han hecho los cambios estructurales para mejorar la productividad y reducir los costos y las trabas en el mercado laboral. Además, todavía persiste la inestabilidad normativa, con una reforma tributaria por año.

Cuando en enero de 2000, el expresidente Jamil Mahuad decretó la dolarización de la economía, más del 75% de las transacciones ya se realizaban en dólares, debido a que los ciudadanos habían perdido la confianza en el sucre como medio de ahorro y compra.

Luego de 19 años, el sistema ha permitido que el país mantenga niveles bajos de inflación (de solo un dígito), ha minimizado el impacto de crisis políticas en la economía, ha quitado la posibilidad de que el Gobierno imprima billetes para financiar gasto corriente, ha disminuido el riesgo de invertir, y ha permitido que el ciudadano común pueda acceder a créditos de largo plazo.

Mauricio Pozo, exministro de Economía, explicó que la decisión de establecer el dólar como moneda ha sido una de las decisiones más acertadas de política económica en las últimas dos décadas. “El 99% de ecuatorianos respalda al dólar. Cualquier intento de volver a una moneda propia sería rechazado por la sociedad”, dijo.

El analista económico, Alberto Acosta Burneo, sin embargo, reconoció que al Gobierno y los ciudadanos les falta entender y adaptarse a que la dolarización implica que los precios se vayan ajustando sin la fijación de precios oficiales, que provocan una demanda ficticia y, a mediano y largo plazo, una producción estancada.

No obstante, el desequilibrio fiscal y el alto endeudamiento son los principales factores que ponen en riesgo el sistema de dolarización a largo plazo. Eso pasó en Zimbabue, donde el Gobierno tuvo que recurrir a papeles y luego a una moneda paralela, vía dinero electrónico, para cubrir el descontrolado gasto estatal. (JS)

¿Reformas del Ejecutivo hacen peligrar la dolarización?
° El denominado Observatorio de la Dolarización, cuyos miembros incluyen a Pablo Dávalos, Carlos de la Torre, Diego Borja, Pedro Páez, Katiuska King y Andrés Mideros, a través de un manifiesto al país, expresaron su preocupación de que las reformas propuestas por el Gobierno, y que están en trámite en la Asamblea, puedan generar un escenario de “crisis sistémica”, que impactaría en la viabilidad del sistema de dolarización y, por tanto, en toda la economía.

“Ante el pedido mayoritario de sectores sociales que demandan por la paz y la estabilidad, y el deber que tienen todas las funciones del Estado de garantizar la transparencia en todos sus actos, creemos que la Asamblea Nacional en un acto de responsabilidad con la sociedad, debe abstenerse de discutir estas reformas, y debe devolverlas al Ejecutivo”, dice el documento.

Puntos que sobresalen

1. Poder adquisitivo del salario. Con el sucre y el proceso inflacionario que se disparó en los últimos años de su vigencia (hasta más del 100%), el sueldo cada vez permitía comprar menos bienes y servicios. Ahora, un salario de 500 dólares equivale a la misma capacidad de compra este mes como seis meses después, debido, por ejemplo, a que la inflación promedio desde 2010 ha sido del 2%.

2. Blindaje contra crisis políticas. Ecuador ha tenido una historia de inestabilidad política, que incluye la caída de gobiernos. En esos casos, la economía se veía afectada con la depreciación de la moneda (menor poder de compra) y más inflación. Desde la dolarización, a pesar de que se han caído regímenes como el de Lucio Gutiérrez, las afectaciones se han minimizado y el dólar mantiene su condición de fuerte medio de ahorro y transacción.

3. Gobierno no puede imprimir moneda. El dólar obliga a que el Gobierno gaste el mismo nivel de sus ingresos. Si no lo hace, los desequilibrios fiscales se vuelven evidentes. “Un régimen populista como el de Rafael Correa, como medio para cubrir el alto gasto público, podría haber recurrido a imprimir más billetes, lo que hubiera creado la ilusión de más riqueza”, explica Mauricio Pozo. Esa impresión de moneda, sin ningún sustento en la producción y la entrada de divisas, provoca que los precios se disparen y la moneda nacional cada vez valga menos.

4. Crédito a largo plazo. Con una moneda fuerte, las instituciones financieras tienen más incentivos para prestar a largo plazo, porque saben que el valor del dinero se mantendrá estable. Por eso, los ecuatorianos tienen más opciones para adquirir préstamos para vivienda con plazos a 30 años.

5. Inversión con menos riesgo. El dólar permite que empresas internacionales vean al país como un destino atractivo para las inversiones, debido a que no hay riesgo cambiario y existe baja inflación. Sin embargo, Pozo recalcó que los capitales no han llegado en los niveles esperados, porque no se han hecho los cambios estructurales para mejorar la productividad y reducir los costos y las trabas en el mercado laboral. Además, todavía persiste la inestabilidad normativa, con una reforma tributaria por año.

Cuando en enero de 2000, el expresidente Jamil Mahuad decretó la dolarización de la economía, más del 75% de las transacciones ya se realizaban en dólares, debido a que los ciudadanos habían perdido la confianza en el sucre como medio de ahorro y compra.

Luego de 19 años, el sistema ha permitido que el país mantenga niveles bajos de inflación (de solo un dígito), ha minimizado el impacto de crisis políticas en la economía, ha quitado la posibilidad de que el Gobierno imprima billetes para financiar gasto corriente, ha disminuido el riesgo de invertir, y ha permitido que el ciudadano común pueda acceder a créditos de largo plazo.

Mauricio Pozo, exministro de Economía, explicó que la decisión de establecer el dólar como moneda ha sido una de las decisiones más acertadas de política económica en las últimas dos décadas. “El 99% de ecuatorianos respalda al dólar. Cualquier intento de volver a una moneda propia sería rechazado por la sociedad”, dijo.

El analista económico, Alberto Acosta Burneo, sin embargo, reconoció que al Gobierno y los ciudadanos les falta entender y adaptarse a que la dolarización implica que los precios se vayan ajustando sin la fijación de precios oficiales, que provocan una demanda ficticia y, a mediano y largo plazo, una producción estancada.

No obstante, el desequilibrio fiscal y el alto endeudamiento son los principales factores que ponen en riesgo el sistema de dolarización a largo plazo. Eso pasó en Zimbabue, donde el Gobierno tuvo que recurrir a papeles y luego a una moneda paralela, vía dinero electrónico, para cubrir el descontrolado gasto estatal. (JS)

¿Reformas del Ejecutivo hacen peligrar la dolarización?
° El denominado Observatorio de la Dolarización, cuyos miembros incluyen a Pablo Dávalos, Carlos de la Torre, Diego Borja, Pedro Páez, Katiuska King y Andrés Mideros, a través de un manifiesto al país, expresaron su preocupación de que las reformas propuestas por el Gobierno, y que están en trámite en la Asamblea, puedan generar un escenario de “crisis sistémica”, que impactaría en la viabilidad del sistema de dolarización y, por tanto, en toda la economía.

“Ante el pedido mayoritario de sectores sociales que demandan por la paz y la estabilidad, y el deber que tienen todas las funciones del Estado de garantizar la transparencia en todos sus actos, creemos que la Asamblea Nacional en un acto de responsabilidad con la sociedad, debe abstenerse de discutir estas reformas, y debe devolverlas al Ejecutivo”, dice el documento.

Puntos que sobresalen

1. Poder adquisitivo del salario. Con el sucre y el proceso inflacionario que se disparó en los últimos años de su vigencia (hasta más del 100%), el sueldo cada vez permitía comprar menos bienes y servicios. Ahora, un salario de 500 dólares equivale a la misma capacidad de compra este mes como seis meses después, debido, por ejemplo, a que la inflación promedio desde 2010 ha sido del 2%.

2. Blindaje contra crisis políticas. Ecuador ha tenido una historia de inestabilidad política, que incluye la caída de gobiernos. En esos casos, la economía se veía afectada con la depreciación de la moneda (menor poder de compra) y más inflación. Desde la dolarización, a pesar de que se han caído regímenes como el de Lucio Gutiérrez, las afectaciones se han minimizado y el dólar mantiene su condición de fuerte medio de ahorro y transacción.

3. Gobierno no puede imprimir moneda. El dólar obliga a que el Gobierno gaste el mismo nivel de sus ingresos. Si no lo hace, los desequilibrios fiscales se vuelven evidentes. “Un régimen populista como el de Rafael Correa, como medio para cubrir el alto gasto público, podría haber recurrido a imprimir más billetes, lo que hubiera creado la ilusión de más riqueza”, explica Mauricio Pozo. Esa impresión de moneda, sin ningún sustento en la producción y la entrada de divisas, provoca que los precios se disparen y la moneda nacional cada vez valga menos.

4. Crédito a largo plazo. Con una moneda fuerte, las instituciones financieras tienen más incentivos para prestar a largo plazo, porque saben que el valor del dinero se mantendrá estable. Por eso, los ecuatorianos tienen más opciones para adquirir préstamos para vivienda con plazos a 30 años.

5. Inversión con menos riesgo. El dólar permite que empresas internacionales vean al país como un destino atractivo para las inversiones, debido a que no hay riesgo cambiario y existe baja inflación. Sin embargo, Pozo recalcó que los capitales no han llegado en los niveles esperados, porque no se han hecho los cambios estructurales para mejorar la productividad y reducir los costos y las trabas en el mercado laboral. Además, todavía persiste la inestabilidad normativa, con una reforma tributaria por año.