Fernández y Correa se reúnen en México

Diálogo. El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, durante su reunión ayer con el mandatario mexicano, Andres Manuel López Obrador. (AFP)
Diálogo. El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, durante su reunión ayer con el mandatario mexicano, Andres Manuel López Obrador. (AFP)
Diálogo. El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, durante su reunión ayer con el mandatario mexicano, Andres Manuel López Obrador. (AFP)
Diálogo. El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, durante su reunión ayer con el mandatario mexicano, Andres Manuel López Obrador. (AFP)
Diálogo. El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, durante su reunión ayer con el mandatario mexicano, Andres Manuel López Obrador. (AFP)
Diálogo. El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, durante su reunión ayer con el mandatario mexicano, Andres Manuel López Obrador. (AFP)
Diálogo. El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, durante su reunión ayer con el mandatario mexicano, Andres Manuel López Obrador. (AFP)
Diálogo. El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, durante su reunión ayer con el mandatario mexicano, Andres Manuel López Obrador. (AFP)

Redacción MÉXICO

La Nación y Clarín

Un nuevo eje izquierdista está en formación en Latinoamérica, según se desprende de varias actividades realizadas por algunos de los líderes del denominado ‘Socialismo del siglo 21’.

Ayer, por ejemplo, el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, tenía previsto reunirse en el Hotel Camino Real Polanco, de Ciudad de México, con el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.

«Vamos a hablar de la integración latinoamericana, del Grupo Puebla y de varios temas con todo lo que está pasando en la región», confirmó a periodistas. Luego, bromeó: «¡Cómo no voy a estar contento con el triunfo de Alberto! Su triunfo fue maravilloso y nos da una gran esperanza».

Temas reservados
El encuentro entre Fernández y Correa no estaba previsto originalmente en la estadía mexicana, la primera del presidente electo desde que ganó las elecciones. El ecuatoriano le hizo una entrevista para su programa en la televisión rusa, ‘Conversando con Correa’.

Se descuenta, de todos modos, que hablaron de cómo continúa el armado y el direccionamiento del Grupo Puebla, un espacio que reúne a unos 30 países denominados ‘progresistas’ (la mayoría fuera del poder) y que formó parte de la cumbre que ayer mantuvieron -también reservadamente- Fernández y el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

Defensa de Maduro
Correa defendió el régimen venezolano. «Hay que dejar vivir a Venezuela. Venezuela no tiene sanciones, tiene agresiones del país más poderoso de la tierra. Venezuela está en una situación de guerra. No quiero ser agresivo, pero no se puede ser tan simplista en el análisis».

Tras desayunar con Marco Enriquez Ominami, viejo amigo de Fernández y asesor internacional, Correa insistió con la necesidad de una latinoamérica unida. «Qué bueno que se hable de esto de nuevo después de que los gobierno de derecha trataron de destruir nuestro destino histórico», afirmó.

«El triunfo de Alberto es un vendaval de esperanza. Vuelve una Argentina digna y soberana, es una gran noticia para el continente. Triunfaremos de nuevo, sin duda», afirmó Correa.

La versión de Fernández
Horas antes, Alberto Fernández había hecho declaraciones en el mismo sentido. «El Grupo de Puebla es un grupo que yo mismo impulsé mucho antes de ser candidato, y que empezamos a trabajar con Enríquez-Ominami desde Chile”, dijo Fernández.

“Nosotros vemos con mucha atención lo que pasa en el continente, pero los vínculos internacionales no son vínculos que tengo por la ideología, cada pueblo elige y determina su Gobierno, esto es democracia y eso nosotros lo avalamos y lossostenemos”, aseveró.

Ayer, tras la conferencia, Fernández se reunió con Carlos Slim, el empresario más rico de América Latina y el quinto del mundo que sí estaba de entrada en su agenda. «Me planteó la vocación de seguir invirtiendo en el país» declaró poco después.

Amistad incómoda
° El explícito apoyo de Correa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien reconoció estar “ayudando” a modo de consultor, podría ser un incómodo lastre para Fernández. Si bien el futuro presidente de Argentina, se manifiesta en favor de la postura “moderada” y de no intervención encabezada por López Obrador, ha mantenido una distancia prudente de lo que queda del eje bolivariano, hoy representado por Maduro y Cuba. De excelente y antiguo vínculo con Cristina Kirchner, Correa es también parte del grupo de Puebla, aunque desde posiciones más radicalizadas, sin ocultar sus deseos de volver al poder.

Redacción MÉXICO

La Nación y Clarín

Un nuevo eje izquierdista está en formación en Latinoamérica, según se desprende de varias actividades realizadas por algunos de los líderes del denominado ‘Socialismo del siglo 21’.

Ayer, por ejemplo, el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, tenía previsto reunirse en el Hotel Camino Real Polanco, de Ciudad de México, con el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.

«Vamos a hablar de la integración latinoamericana, del Grupo Puebla y de varios temas con todo lo que está pasando en la región», confirmó a periodistas. Luego, bromeó: «¡Cómo no voy a estar contento con el triunfo de Alberto! Su triunfo fue maravilloso y nos da una gran esperanza».

Temas reservados
El encuentro entre Fernández y Correa no estaba previsto originalmente en la estadía mexicana, la primera del presidente electo desde que ganó las elecciones. El ecuatoriano le hizo una entrevista para su programa en la televisión rusa, ‘Conversando con Correa’.

Se descuenta, de todos modos, que hablaron de cómo continúa el armado y el direccionamiento del Grupo Puebla, un espacio que reúne a unos 30 países denominados ‘progresistas’ (la mayoría fuera del poder) y que formó parte de la cumbre que ayer mantuvieron -también reservadamente- Fernández y el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

Defensa de Maduro
Correa defendió el régimen venezolano. «Hay que dejar vivir a Venezuela. Venezuela no tiene sanciones, tiene agresiones del país más poderoso de la tierra. Venezuela está en una situación de guerra. No quiero ser agresivo, pero no se puede ser tan simplista en el análisis».

Tras desayunar con Marco Enriquez Ominami, viejo amigo de Fernández y asesor internacional, Correa insistió con la necesidad de una latinoamérica unida. «Qué bueno que se hable de esto de nuevo después de que los gobierno de derecha trataron de destruir nuestro destino histórico», afirmó.

«El triunfo de Alberto es un vendaval de esperanza. Vuelve una Argentina digna y soberana, es una gran noticia para el continente. Triunfaremos de nuevo, sin duda», afirmó Correa.

La versión de Fernández
Horas antes, Alberto Fernández había hecho declaraciones en el mismo sentido. «El Grupo de Puebla es un grupo que yo mismo impulsé mucho antes de ser candidato, y que empezamos a trabajar con Enríquez-Ominami desde Chile”, dijo Fernández.

“Nosotros vemos con mucha atención lo que pasa en el continente, pero los vínculos internacionales no son vínculos que tengo por la ideología, cada pueblo elige y determina su Gobierno, esto es democracia y eso nosotros lo avalamos y lossostenemos”, aseveró.

Ayer, tras la conferencia, Fernández se reunió con Carlos Slim, el empresario más rico de América Latina y el quinto del mundo que sí estaba de entrada en su agenda. «Me planteó la vocación de seguir invirtiendo en el país» declaró poco después.

Amistad incómoda
° El explícito apoyo de Correa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien reconoció estar “ayudando” a modo de consultor, podría ser un incómodo lastre para Fernández. Si bien el futuro presidente de Argentina, se manifiesta en favor de la postura “moderada” y de no intervención encabezada por López Obrador, ha mantenido una distancia prudente de lo que queda del eje bolivariano, hoy representado por Maduro y Cuba. De excelente y antiguo vínculo con Cristina Kirchner, Correa es también parte del grupo de Puebla, aunque desde posiciones más radicalizadas, sin ocultar sus deseos de volver al poder.

Redacción MÉXICO

La Nación y Clarín

Un nuevo eje izquierdista está en formación en Latinoamérica, según se desprende de varias actividades realizadas por algunos de los líderes del denominado ‘Socialismo del siglo 21’.

Ayer, por ejemplo, el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, tenía previsto reunirse en el Hotel Camino Real Polanco, de Ciudad de México, con el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.

«Vamos a hablar de la integración latinoamericana, del Grupo Puebla y de varios temas con todo lo que está pasando en la región», confirmó a periodistas. Luego, bromeó: «¡Cómo no voy a estar contento con el triunfo de Alberto! Su triunfo fue maravilloso y nos da una gran esperanza».

Temas reservados
El encuentro entre Fernández y Correa no estaba previsto originalmente en la estadía mexicana, la primera del presidente electo desde que ganó las elecciones. El ecuatoriano le hizo una entrevista para su programa en la televisión rusa, ‘Conversando con Correa’.

Se descuenta, de todos modos, que hablaron de cómo continúa el armado y el direccionamiento del Grupo Puebla, un espacio que reúne a unos 30 países denominados ‘progresistas’ (la mayoría fuera del poder) y que formó parte de la cumbre que ayer mantuvieron -también reservadamente- Fernández y el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

Defensa de Maduro
Correa defendió el régimen venezolano. «Hay que dejar vivir a Venezuela. Venezuela no tiene sanciones, tiene agresiones del país más poderoso de la tierra. Venezuela está en una situación de guerra. No quiero ser agresivo, pero no se puede ser tan simplista en el análisis».

Tras desayunar con Marco Enriquez Ominami, viejo amigo de Fernández y asesor internacional, Correa insistió con la necesidad de una latinoamérica unida. «Qué bueno que se hable de esto de nuevo después de que los gobierno de derecha trataron de destruir nuestro destino histórico», afirmó.

«El triunfo de Alberto es un vendaval de esperanza. Vuelve una Argentina digna y soberana, es una gran noticia para el continente. Triunfaremos de nuevo, sin duda», afirmó Correa.

La versión de Fernández
Horas antes, Alberto Fernández había hecho declaraciones en el mismo sentido. «El Grupo de Puebla es un grupo que yo mismo impulsé mucho antes de ser candidato, y que empezamos a trabajar con Enríquez-Ominami desde Chile”, dijo Fernández.

“Nosotros vemos con mucha atención lo que pasa en el continente, pero los vínculos internacionales no son vínculos que tengo por la ideología, cada pueblo elige y determina su Gobierno, esto es democracia y eso nosotros lo avalamos y lossostenemos”, aseveró.

Ayer, tras la conferencia, Fernández se reunió con Carlos Slim, el empresario más rico de América Latina y el quinto del mundo que sí estaba de entrada en su agenda. «Me planteó la vocación de seguir invirtiendo en el país» declaró poco después.

Amistad incómoda
° El explícito apoyo de Correa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien reconoció estar “ayudando” a modo de consultor, podría ser un incómodo lastre para Fernández. Si bien el futuro presidente de Argentina, se manifiesta en favor de la postura “moderada” y de no intervención encabezada por López Obrador, ha mantenido una distancia prudente de lo que queda del eje bolivariano, hoy representado por Maduro y Cuba. De excelente y antiguo vínculo con Cristina Kirchner, Correa es también parte del grupo de Puebla, aunque desde posiciones más radicalizadas, sin ocultar sus deseos de volver al poder.

Redacción MÉXICO

La Nación y Clarín

Un nuevo eje izquierdista está en formación en Latinoamérica, según se desprende de varias actividades realizadas por algunos de los líderes del denominado ‘Socialismo del siglo 21’.

Ayer, por ejemplo, el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, tenía previsto reunirse en el Hotel Camino Real Polanco, de Ciudad de México, con el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.

«Vamos a hablar de la integración latinoamericana, del Grupo Puebla y de varios temas con todo lo que está pasando en la región», confirmó a periodistas. Luego, bromeó: «¡Cómo no voy a estar contento con el triunfo de Alberto! Su triunfo fue maravilloso y nos da una gran esperanza».

Temas reservados
El encuentro entre Fernández y Correa no estaba previsto originalmente en la estadía mexicana, la primera del presidente electo desde que ganó las elecciones. El ecuatoriano le hizo una entrevista para su programa en la televisión rusa, ‘Conversando con Correa’.

Se descuenta, de todos modos, que hablaron de cómo continúa el armado y el direccionamiento del Grupo Puebla, un espacio que reúne a unos 30 países denominados ‘progresistas’ (la mayoría fuera del poder) y que formó parte de la cumbre que ayer mantuvieron -también reservadamente- Fernández y el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

Defensa de Maduro
Correa defendió el régimen venezolano. «Hay que dejar vivir a Venezuela. Venezuela no tiene sanciones, tiene agresiones del país más poderoso de la tierra. Venezuela está en una situación de guerra. No quiero ser agresivo, pero no se puede ser tan simplista en el análisis».

Tras desayunar con Marco Enriquez Ominami, viejo amigo de Fernández y asesor internacional, Correa insistió con la necesidad de una latinoamérica unida. «Qué bueno que se hable de esto de nuevo después de que los gobierno de derecha trataron de destruir nuestro destino histórico», afirmó.

«El triunfo de Alberto es un vendaval de esperanza. Vuelve una Argentina digna y soberana, es una gran noticia para el continente. Triunfaremos de nuevo, sin duda», afirmó Correa.

La versión de Fernández
Horas antes, Alberto Fernández había hecho declaraciones en el mismo sentido. «El Grupo de Puebla es un grupo que yo mismo impulsé mucho antes de ser candidato, y que empezamos a trabajar con Enríquez-Ominami desde Chile”, dijo Fernández.

“Nosotros vemos con mucha atención lo que pasa en el continente, pero los vínculos internacionales no son vínculos que tengo por la ideología, cada pueblo elige y determina su Gobierno, esto es democracia y eso nosotros lo avalamos y lossostenemos”, aseveró.

Ayer, tras la conferencia, Fernández se reunió con Carlos Slim, el empresario más rico de América Latina y el quinto del mundo que sí estaba de entrada en su agenda. «Me planteó la vocación de seguir invirtiendo en el país» declaró poco después.

Amistad incómoda
° El explícito apoyo de Correa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien reconoció estar “ayudando” a modo de consultor, podría ser un incómodo lastre para Fernández. Si bien el futuro presidente de Argentina, se manifiesta en favor de la postura “moderada” y de no intervención encabezada por López Obrador, ha mantenido una distancia prudente de lo que queda del eje bolivariano, hoy representado por Maduro y Cuba. De excelente y antiguo vínculo con Cristina Kirchner, Correa es también parte del grupo de Puebla, aunque desde posiciones más radicalizadas, sin ocultar sus deseos de volver al poder.