Coincidencias…?

El examen de lo que ha sucedido en el país desde el año pasado, hasta las elecciones del 2 de abril, impone un profundo análisis para soportar las propuestas que se lanzan y que no ayudan a aclarar el panorama, cada vez más obscurecido, por la sencilla y lacerante pregunta de millones de ecuatorianos: y ahora, ¿qué nos va a pasar? Si la historia nacional impone respeto, como es obvio, lo primero que hay que decir es que uno de los principales culpables de tanto desatino, es el Sr. Jaime Nebot y el lanzamiento abusivo de la candidatura presidencial de la Sra. Viteri, cuando la unidad de muchos sectores se estaba fraguando.

Vino luego la debacle absurda de candidaturas, que lo que consiguieron es que Alianza PAIS y sus pantallas sigan decorando el continuismo y el proyecto fascista de seguir gobernando. Muchas de esas candidaturas no eran más que burro-pie del proyecto que durante 10 años ha sido muestra de lo que pudo ser y no fue, porque el jerarca impuso lo que le vino en gana y su dictadura llenó de miedo y silencio la reacción.

Por ellos estamos situados en el umbral del templo de la ignominia, al que debemos ingresar con la cabeza gacha, donde nos espera el Gobierno que merecemos. Si es por el fraude, en el que cinco millones de ecuatorianos creen, entonces hay que elevar la frente y exigir el cambio. Y desechar con firmeza y dignidad las coincidencias… sorpresivas? Como las de Nebot y Correa que publicitan sus sugerencias para que el CNE organice un reality show en el coliseo Rumiñahui.

El uno dice que se deben lanzar al aire cuatro mil actas – estilo haga negocio conmigo- para ser recogidas por los afortunados, el otro dice que está de acuerdo, pero que no solo sean las cuatro mil actas de la última elección, sino cuatro mil más de la primera vuelta. En esta feria de absurdos y torpezas, ¿habrá algún resquicio para la cordura? Lo que les ha faltado a los dos actores políticos es solicitar la presencia de un Juez imparcial, ninguno de los turistas que vinieron, ¿porqué no a la doctora Polo y su caso cerrado?, olvidando la misoginia del Sr. Correa, por supuesto, demostrada una vez mas en la última sabatina.

Jaime López