Tarea de identidad

Yadira C. Torres

Noviembre trae consigo cierto romanticismo en el sentir lojano y es que desarrollarse y celebrar efemérides patrias percibiendo regionalismo, despierta una relación de pertenencia, lealtad, admiración y amor por esta tierra.

El pensamiento y sentimiento amasan nostalgias que vienen al recordar al pariente que emigró en busca de mejores días, un éxodo físico porque a la tierra se la lleva en el corazón y, la raíz e influencia cultural tatuada en el sentir; nada más sencillo que identificar por el habla a un lojano haciendo patria en otro lugar. Fortalezas de las que nos agarramos para enaltecer el espíritu y no decaer por el centralismo dominante. Nuestro hablar claro, cadencioso, variedad lingüística o lojanismos es parte de la riqueza inmaterial y prestigio lingüístico, no en vano considerado el más elegante del país.

Sin embargo, con la evolución de la lengua las generaciones actuales desconocen o van perdiendo el verdadero significado de los lojanismos, de ahí la necesidad de no fosilizar los aportes gramaticales que caracterizan a esta tierra. Somos la esencia de una base lingüística sefardita (judeoespañol), quichua, palta; en suma, un habla rica en voces castizas y giros locales.

En los próximos días, con el Festival Internacional de Artes Vivas, nos aprestamos a gozar de una variedad de expresiones artísticas, de espacios para la cultura viva, entre los que se incluye literatura, oratoria, música, expresiones culturales que deben aprovechar las entidades pertinentes, para refrescar la memoria y mantener vigente nuestra identidad. Encumbremos en los diferentes escenarios “El éxodo de Yangana’, de Ángel Felicísimo Rojas; ‘Añoranzas’, letra de Benjamín Ortega y del compositor Trotsky Guerrero, entre otros. Seamos desde nuestro espacio los difusores de nuestra identidad. (O)

[email protected]

Yadira C. Torres

Noviembre trae consigo cierto romanticismo en el sentir lojano y es que desarrollarse y celebrar efemérides patrias percibiendo regionalismo, despierta una relación de pertenencia, lealtad, admiración y amor por esta tierra.

El pensamiento y sentimiento amasan nostalgias que vienen al recordar al pariente que emigró en busca de mejores días, un éxodo físico porque a la tierra se la lleva en el corazón y, la raíz e influencia cultural tatuada en el sentir; nada más sencillo que identificar por el habla a un lojano haciendo patria en otro lugar. Fortalezas de las que nos agarramos para enaltecer el espíritu y no decaer por el centralismo dominante. Nuestro hablar claro, cadencioso, variedad lingüística o lojanismos es parte de la riqueza inmaterial y prestigio lingüístico, no en vano considerado el más elegante del país.

Sin embargo, con la evolución de la lengua las generaciones actuales desconocen o van perdiendo el verdadero significado de los lojanismos, de ahí la necesidad de no fosilizar los aportes gramaticales que caracterizan a esta tierra. Somos la esencia de una base lingüística sefardita (judeoespañol), quichua, palta; en suma, un habla rica en voces castizas y giros locales.

En los próximos días, con el Festival Internacional de Artes Vivas, nos aprestamos a gozar de una variedad de expresiones artísticas, de espacios para la cultura viva, entre los que se incluye literatura, oratoria, música, expresiones culturales que deben aprovechar las entidades pertinentes, para refrescar la memoria y mantener vigente nuestra identidad. Encumbremos en los diferentes escenarios “El éxodo de Yangana’, de Ángel Felicísimo Rojas; ‘Añoranzas’, letra de Benjamín Ortega y del compositor Trotsky Guerrero, entre otros. Seamos desde nuestro espacio los difusores de nuestra identidad. (O)

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Noviembre trae consigo cierto romanticismo en el sentir lojano y es que desarrollarse y celebrar efemérides patrias percibiendo regionalismo, despierta una relación de pertenencia, lealtad, admiración y amor por esta tierra.

El pensamiento y sentimiento amasan nostalgias que vienen al recordar al pariente que emigró en busca de mejores días, un éxodo físico porque a la tierra se la lleva en el corazón y, la raíz e influencia cultural tatuada en el sentir; nada más sencillo que identificar por el habla a un lojano haciendo patria en otro lugar. Fortalezas de las que nos agarramos para enaltecer el espíritu y no decaer por el centralismo dominante. Nuestro hablar claro, cadencioso, variedad lingüística o lojanismos es parte de la riqueza inmaterial y prestigio lingüístico, no en vano considerado el más elegante del país.

Sin embargo, con la evolución de la lengua las generaciones actuales desconocen o van perdiendo el verdadero significado de los lojanismos, de ahí la necesidad de no fosilizar los aportes gramaticales que caracterizan a esta tierra. Somos la esencia de una base lingüística sefardita (judeoespañol), quichua, palta; en suma, un habla rica en voces castizas y giros locales.

En los próximos días, con el Festival Internacional de Artes Vivas, nos aprestamos a gozar de una variedad de expresiones artísticas, de espacios para la cultura viva, entre los que se incluye literatura, oratoria, música, expresiones culturales que deben aprovechar las entidades pertinentes, para refrescar la memoria y mantener vigente nuestra identidad. Encumbremos en los diferentes escenarios “El éxodo de Yangana’, de Ángel Felicísimo Rojas; ‘Añoranzas’, letra de Benjamín Ortega y del compositor Trotsky Guerrero, entre otros. Seamos desde nuestro espacio los difusores de nuestra identidad. (O)

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Yadira C. Torres

Noviembre trae consigo cierto romanticismo en el sentir lojano y es que desarrollarse y celebrar efemérides patrias percibiendo regionalismo, despierta una relación de pertenencia, lealtad, admiración y amor por esta tierra.

El pensamiento y sentimiento amasan nostalgias que vienen al recordar al pariente que emigró en busca de mejores días, un éxodo físico porque a la tierra se la lleva en el corazón y, la raíz e influencia cultural tatuada en el sentir; nada más sencillo que identificar por el habla a un lojano haciendo patria en otro lugar. Fortalezas de las que nos agarramos para enaltecer el espíritu y no decaer por el centralismo dominante. Nuestro hablar claro, cadencioso, variedad lingüística o lojanismos es parte de la riqueza inmaterial y prestigio lingüístico, no en vano considerado el más elegante del país.

Sin embargo, con la evolución de la lengua las generaciones actuales desconocen o van perdiendo el verdadero significado de los lojanismos, de ahí la necesidad de no fosilizar los aportes gramaticales que caracterizan a esta tierra. Somos la esencia de una base lingüística sefardita (judeoespañol), quichua, palta; en suma, un habla rica en voces castizas y giros locales.

En los próximos días, con el Festival Internacional de Artes Vivas, nos aprestamos a gozar de una variedad de expresiones artísticas, de espacios para la cultura viva, entre los que se incluye literatura, oratoria, música, expresiones culturales que deben aprovechar las entidades pertinentes, para refrescar la memoria y mantener vigente nuestra identidad. Encumbremos en los diferentes escenarios “El éxodo de Yangana’, de Ángel Felicísimo Rojas; ‘Añoranzas’, letra de Benjamín Ortega y del compositor Trotsky Guerrero, entre otros. Seamos desde nuestro espacio los difusores de nuestra identidad. (O)

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