Democracias de juguete

Kléber Mantilla Cisneros

Si se evalúan procesos económicos y políticos antagónicos como el neo liberalismo chileno o el socialismo chavista venezolano notaremos que hay una moda en la región por liquidar la representación de los sistemas políticos pero sin vanguardias. Esto por la incursión insospechada de movilizaciones de masas anarquistas, violentas y perturbadoras contra el capitalismo y la variedad de formas del populismo; cifras alteradas en medio del narco-tráfico y nuevas formas de terrorismo.

Las aceleradas, perniciosas y eternas protestas de Chile confirman el colapso de las tesis economicistas expuestas por Milton Friedman y sus ‘Chicago Boys’ que se jugaron por el formato de libre comercio, el rol tributario sin complicidad, servicios públicos onerosos y un progreso neoliberal bautizado por la dictadura de Pinochet. Sin embargo, el presagio de la muerte de las democracias ya la registra la canadiense Naomi Klein en su libro: ‘La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre’. Tan asimilable a la realidad financiera local, el recetario de alza de precios de combustibles y al intento de instalar medidas impuestas por el FMI en Ecuador. Hecho que produjo un paro de 12 días, daños irreversibles, muertos, heridos, innumerables negocios quebrados y el desajuste de todo el tablero electoral político de 2021.

La crisis de octubre de Quito anexa la causa indígena y del campesinado pero con el maquillaje populista del correísmo y el ropaje castrista madurista de infiltrados. Por ello, es clave separar la cosmovisión etnicista y las interpretaciones del Estado pluriétnico y multicultural fuera de la Constitución de Montecristi. Y, fuera del populismo del correato-morenista. Esto conocedores de la denuncia de un fraude electoral en Bolivia con el triunfo del indígena Evo Morales, quien lleva la sombra de esa corriente populista basada en el engaño político y la poca legitimidad institucional. Así pues, no es sorpresa que en las elecciones de Argentina se escoja como solución el retroceso inasequible a la era kirchnerista, plagada por casos de corrupción, fraudes y endeudamiento. La expansión del fascismo de Nicolás Maduro es la irrupción de tenebrosos movimientos de masas.

El mundo actual está plagado por escenarios similares a los vividos durante el intermedio de guerras mundiales en el siglo XX. El sicoanalista Sigmund Freud, denominó en su clásico: ‘Malestar de la cultura’ que se producen por la inestabilidad económica guiada por la incertidumbre, los totalitarismos y la anarquía masiva.

[email protected]
@kleber_mantilla

Kléber Mantilla Cisneros

Si se evalúan procesos económicos y políticos antagónicos como el neo liberalismo chileno o el socialismo chavista venezolano notaremos que hay una moda en la región por liquidar la representación de los sistemas políticos pero sin vanguardias. Esto por la incursión insospechada de movilizaciones de masas anarquistas, violentas y perturbadoras contra el capitalismo y la variedad de formas del populismo; cifras alteradas en medio del narco-tráfico y nuevas formas de terrorismo.

Las aceleradas, perniciosas y eternas protestas de Chile confirman el colapso de las tesis economicistas expuestas por Milton Friedman y sus ‘Chicago Boys’ que se jugaron por el formato de libre comercio, el rol tributario sin complicidad, servicios públicos onerosos y un progreso neoliberal bautizado por la dictadura de Pinochet. Sin embargo, el presagio de la muerte de las democracias ya la registra la canadiense Naomi Klein en su libro: ‘La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre’. Tan asimilable a la realidad financiera local, el recetario de alza de precios de combustibles y al intento de instalar medidas impuestas por el FMI en Ecuador. Hecho que produjo un paro de 12 días, daños irreversibles, muertos, heridos, innumerables negocios quebrados y el desajuste de todo el tablero electoral político de 2021.

La crisis de octubre de Quito anexa la causa indígena y del campesinado pero con el maquillaje populista del correísmo y el ropaje castrista madurista de infiltrados. Por ello, es clave separar la cosmovisión etnicista y las interpretaciones del Estado pluriétnico y multicultural fuera de la Constitución de Montecristi. Y, fuera del populismo del correato-morenista. Esto conocedores de la denuncia de un fraude electoral en Bolivia con el triunfo del indígena Evo Morales, quien lleva la sombra de esa corriente populista basada en el engaño político y la poca legitimidad institucional. Así pues, no es sorpresa que en las elecciones de Argentina se escoja como solución el retroceso inasequible a la era kirchnerista, plagada por casos de corrupción, fraudes y endeudamiento. La expansión del fascismo de Nicolás Maduro es la irrupción de tenebrosos movimientos de masas.

El mundo actual está plagado por escenarios similares a los vividos durante el intermedio de guerras mundiales en el siglo XX. El sicoanalista Sigmund Freud, denominó en su clásico: ‘Malestar de la cultura’ que se producen por la inestabilidad económica guiada por la incertidumbre, los totalitarismos y la anarquía masiva.

[email protected]
@kleber_mantilla

Kléber Mantilla Cisneros

Si se evalúan procesos económicos y políticos antagónicos como el neo liberalismo chileno o el socialismo chavista venezolano notaremos que hay una moda en la región por liquidar la representación de los sistemas políticos pero sin vanguardias. Esto por la incursión insospechada de movilizaciones de masas anarquistas, violentas y perturbadoras contra el capitalismo y la variedad de formas del populismo; cifras alteradas en medio del narco-tráfico y nuevas formas de terrorismo.

Las aceleradas, perniciosas y eternas protestas de Chile confirman el colapso de las tesis economicistas expuestas por Milton Friedman y sus ‘Chicago Boys’ que se jugaron por el formato de libre comercio, el rol tributario sin complicidad, servicios públicos onerosos y un progreso neoliberal bautizado por la dictadura de Pinochet. Sin embargo, el presagio de la muerte de las democracias ya la registra la canadiense Naomi Klein en su libro: ‘La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre’. Tan asimilable a la realidad financiera local, el recetario de alza de precios de combustibles y al intento de instalar medidas impuestas por el FMI en Ecuador. Hecho que produjo un paro de 12 días, daños irreversibles, muertos, heridos, innumerables negocios quebrados y el desajuste de todo el tablero electoral político de 2021.

La crisis de octubre de Quito anexa la causa indígena y del campesinado pero con el maquillaje populista del correísmo y el ropaje castrista madurista de infiltrados. Por ello, es clave separar la cosmovisión etnicista y las interpretaciones del Estado pluriétnico y multicultural fuera de la Constitución de Montecristi. Y, fuera del populismo del correato-morenista. Esto conocedores de la denuncia de un fraude electoral en Bolivia con el triunfo del indígena Evo Morales, quien lleva la sombra de esa corriente populista basada en el engaño político y la poca legitimidad institucional. Así pues, no es sorpresa que en las elecciones de Argentina se escoja como solución el retroceso inasequible a la era kirchnerista, plagada por casos de corrupción, fraudes y endeudamiento. La expansión del fascismo de Nicolás Maduro es la irrupción de tenebrosos movimientos de masas.

El mundo actual está plagado por escenarios similares a los vividos durante el intermedio de guerras mundiales en el siglo XX. El sicoanalista Sigmund Freud, denominó en su clásico: ‘Malestar de la cultura’ que se producen por la inestabilidad económica guiada por la incertidumbre, los totalitarismos y la anarquía masiva.

[email protected]
@kleber_mantilla

Kléber Mantilla Cisneros

Si se evalúan procesos económicos y políticos antagónicos como el neo liberalismo chileno o el socialismo chavista venezolano notaremos que hay una moda en la región por liquidar la representación de los sistemas políticos pero sin vanguardias. Esto por la incursión insospechada de movilizaciones de masas anarquistas, violentas y perturbadoras contra el capitalismo y la variedad de formas del populismo; cifras alteradas en medio del narco-tráfico y nuevas formas de terrorismo.

Las aceleradas, perniciosas y eternas protestas de Chile confirman el colapso de las tesis economicistas expuestas por Milton Friedman y sus ‘Chicago Boys’ que se jugaron por el formato de libre comercio, el rol tributario sin complicidad, servicios públicos onerosos y un progreso neoliberal bautizado por la dictadura de Pinochet. Sin embargo, el presagio de la muerte de las democracias ya la registra la canadiense Naomi Klein en su libro: ‘La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre’. Tan asimilable a la realidad financiera local, el recetario de alza de precios de combustibles y al intento de instalar medidas impuestas por el FMI en Ecuador. Hecho que produjo un paro de 12 días, daños irreversibles, muertos, heridos, innumerables negocios quebrados y el desajuste de todo el tablero electoral político de 2021.

La crisis de octubre de Quito anexa la causa indígena y del campesinado pero con el maquillaje populista del correísmo y el ropaje castrista madurista de infiltrados. Por ello, es clave separar la cosmovisión etnicista y las interpretaciones del Estado pluriétnico y multicultural fuera de la Constitución de Montecristi. Y, fuera del populismo del correato-morenista. Esto conocedores de la denuncia de un fraude electoral en Bolivia con el triunfo del indígena Evo Morales, quien lleva la sombra de esa corriente populista basada en el engaño político y la poca legitimidad institucional. Así pues, no es sorpresa que en las elecciones de Argentina se escoja como solución el retroceso inasequible a la era kirchnerista, plagada por casos de corrupción, fraudes y endeudamiento. La expansión del fascismo de Nicolás Maduro es la irrupción de tenebrosos movimientos de masas.

El mundo actual está plagado por escenarios similares a los vividos durante el intermedio de guerras mundiales en el siglo XX. El sicoanalista Sigmund Freud, denominó en su clásico: ‘Malestar de la cultura’ que se producen por la inestabilidad económica guiada por la incertidumbre, los totalitarismos y la anarquía masiva.

[email protected]
@kleber_mantilla