Un sacerdote deja entrar a misa a los perros

PERSONAJE. Paulo Araujo es conocido por su labor a favor de los animales. (Foto: lapatilla.com)
PERSONAJE. Paulo Araujo es conocido por su labor a favor de los animales. (Foto: lapatilla.com)
PERSONAJE. Paulo Araujo es conocido por su labor a favor de los animales. (Foto: lapatilla.com)
PERSONAJE. Paulo Araujo es conocido por su labor a favor de los animales. (Foto: lapatilla.com)
PERSONAJE. Paulo Araujo es conocido por su labor a favor de los animales. (Foto: lapatilla.com)
PERSONAJE. Paulo Araujo es conocido por su labor a favor de los animales. (Foto: lapatilla.com)
PERSONAJE. Paulo Araujo es conocido por su labor a favor de los animales. (Foto: lapatilla.com)
PERSONAJE. Paulo Araujo es conocido por su labor a favor de los animales. (Foto: lapatilla.com)

Paulo Araujo, párroco brasileño de la iglesia de Santa Ana, refugia a los perros callejeros del barrio y también les alimenta, les lleva al veterinario y los domingos promueve su adopción durante las misas, a donde les dirige para que los asistentes los conozcan y alguno le ofrezca un nuevo hogar.

El sacerdote usa las redes sociales, donde comparte las imágenes de los animales que suelen convivir con él y con los feligreses durante las misas.

“Siempre podrán entrar, dormir, comer, beber agua y encontrar refugio y protección, porque esta es la casa de Dios y ellos son de Dios”, escribió el religioso en Facebook.

En una de sus publicaciones, el hombre conmovió a sus seguidores, al mostrarse sentado en un banco con dos perros a su lado y confesando un deseo. “Día de ocio con mis hijos de cuatro patas en hogares temporales.

Sueño: Gravatá sin animales callejeros”. Gravatá es un municipio brasileño en el estado de Pernambuco que se ubica a 75 km de Recife y tiene una población estimada de 70.243 habitantes. Además, Araujo escribió junto a la foto de un perro comiendo: “Estos son ‘Sansón’ y ‘Hércules’, rescatados de las calles y recuperándose. De hecho, el nombre es ‘Samson Spider’, porque vive escalando los techos, y ‘Hercules Mill’, pues es un amor de cuatro patas. Todos los días, la tía Lindomar toma alimentos, medicinas y cuida a cada uno”.

EL DATO

Gracias a sus acciones, varios de los perros han sido adoptados, incluso algunos por el propio sacerdote.

Paulo Araujo, párroco brasileño de la iglesia de Santa Ana, refugia a los perros callejeros del barrio y también les alimenta, les lleva al veterinario y los domingos promueve su adopción durante las misas, a donde les dirige para que los asistentes los conozcan y alguno le ofrezca un nuevo hogar.

El sacerdote usa las redes sociales, donde comparte las imágenes de los animales que suelen convivir con él y con los feligreses durante las misas.

“Siempre podrán entrar, dormir, comer, beber agua y encontrar refugio y protección, porque esta es la casa de Dios y ellos son de Dios”, escribió el religioso en Facebook.

En una de sus publicaciones, el hombre conmovió a sus seguidores, al mostrarse sentado en un banco con dos perros a su lado y confesando un deseo. “Día de ocio con mis hijos de cuatro patas en hogares temporales.

Sueño: Gravatá sin animales callejeros”. Gravatá es un municipio brasileño en el estado de Pernambuco que se ubica a 75 km de Recife y tiene una población estimada de 70.243 habitantes. Además, Araujo escribió junto a la foto de un perro comiendo: “Estos son ‘Sansón’ y ‘Hércules’, rescatados de las calles y recuperándose. De hecho, el nombre es ‘Samson Spider’, porque vive escalando los techos, y ‘Hercules Mill’, pues es un amor de cuatro patas. Todos los días, la tía Lindomar toma alimentos, medicinas y cuida a cada uno”.

EL DATO

Gracias a sus acciones, varios de los perros han sido adoptados, incluso algunos por el propio sacerdote.

Paulo Araujo, párroco brasileño de la iglesia de Santa Ana, refugia a los perros callejeros del barrio y también les alimenta, les lleva al veterinario y los domingos promueve su adopción durante las misas, a donde les dirige para que los asistentes los conozcan y alguno le ofrezca un nuevo hogar.

El sacerdote usa las redes sociales, donde comparte las imágenes de los animales que suelen convivir con él y con los feligreses durante las misas.

“Siempre podrán entrar, dormir, comer, beber agua y encontrar refugio y protección, porque esta es la casa de Dios y ellos son de Dios”, escribió el religioso en Facebook.

En una de sus publicaciones, el hombre conmovió a sus seguidores, al mostrarse sentado en un banco con dos perros a su lado y confesando un deseo. “Día de ocio con mis hijos de cuatro patas en hogares temporales.

Sueño: Gravatá sin animales callejeros”. Gravatá es un municipio brasileño en el estado de Pernambuco que se ubica a 75 km de Recife y tiene una población estimada de 70.243 habitantes. Además, Araujo escribió junto a la foto de un perro comiendo: “Estos son ‘Sansón’ y ‘Hércules’, rescatados de las calles y recuperándose. De hecho, el nombre es ‘Samson Spider’, porque vive escalando los techos, y ‘Hercules Mill’, pues es un amor de cuatro patas. Todos los días, la tía Lindomar toma alimentos, medicinas y cuida a cada uno”.

EL DATO

Gracias a sus acciones, varios de los perros han sido adoptados, incluso algunos por el propio sacerdote.

Paulo Araujo, párroco brasileño de la iglesia de Santa Ana, refugia a los perros callejeros del barrio y también les alimenta, les lleva al veterinario y los domingos promueve su adopción durante las misas, a donde les dirige para que los asistentes los conozcan y alguno le ofrezca un nuevo hogar.

El sacerdote usa las redes sociales, donde comparte las imágenes de los animales que suelen convivir con él y con los feligreses durante las misas.

“Siempre podrán entrar, dormir, comer, beber agua y encontrar refugio y protección, porque esta es la casa de Dios y ellos son de Dios”, escribió el religioso en Facebook.

En una de sus publicaciones, el hombre conmovió a sus seguidores, al mostrarse sentado en un banco con dos perros a su lado y confesando un deseo. “Día de ocio con mis hijos de cuatro patas en hogares temporales.

Sueño: Gravatá sin animales callejeros”. Gravatá es un municipio brasileño en el estado de Pernambuco que se ubica a 75 km de Recife y tiene una población estimada de 70.243 habitantes. Además, Araujo escribió junto a la foto de un perro comiendo: “Estos son ‘Sansón’ y ‘Hércules’, rescatados de las calles y recuperándose. De hecho, el nombre es ‘Samson Spider’, porque vive escalando los techos, y ‘Hercules Mill’, pues es un amor de cuatro patas. Todos los días, la tía Lindomar toma alimentos, medicinas y cuida a cada uno”.

EL DATO

Gracias a sus acciones, varios de los perros han sido adoptados, incluso algunos por el propio sacerdote.