Crían vacas sostenibles en granjas flotantes

PROYECTO. El ganado es extremadamente cuidado en instalaciones donde se aprovecha el agua y los desechos. (Foto: lavozdegalicia.es)
PROYECTO. El ganado es extremadamente cuidado en instalaciones donde se aprovecha el agua y los desechos. (Foto: lavozdegalicia.es)
PROYECTO. El ganado es extremadamente cuidado en instalaciones donde se aprovecha el agua y los desechos. (Foto: lavozdegalicia.es)
PROYECTO. El ganado es extremadamente cuidado en instalaciones donde se aprovecha el agua y los desechos. (Foto: lavozdegalicia.es)
PROYECTO. El ganado es extremadamente cuidado en instalaciones donde se aprovecha el agua y los desechos. (Foto: lavozdegalicia.es)
PROYECTO. El ganado es extremadamente cuidado en instalaciones donde se aprovecha el agua y los desechos. (Foto: lavozdegalicia.es)
PROYECTO. El ganado es extremadamente cuidado en instalaciones donde se aprovecha el agua y los desechos. (Foto: lavozdegalicia.es)
PROYECTO. El ganado es extremadamente cuidado en instalaciones donde se aprovecha el agua y los desechos. (Foto: lavozdegalicia.es)

Redacción HOLANDA,
EFE

Una veintena de ganaderos holandeses está atento de la comida e higiene de las 35 vacas embarcadas en la primera granja flotante del mundo, que apuesta por la producción sostenible de leche en Rotterdam, aprovechando el espacio acuático, que representa el 70% del planeta.

Las cuatro palabras clave de este proyecto son el bienestar (del animal), la circularidad, la sostenibilidad y la innovación, tareas concentradas en una granja que produce productos saludables y cerca del consumidor; o sea, dentro de la ciudad, recuerda Peter Van Wingerden, desarrollador de la Floating Farm (granja flotante, en inglés).

La granja está en el complejo de Merwedehaven, en la periferia del puerto de Rotterdam. Rodeada de embarcaciones marítimas, recintos portuarios y vías acuáticas, las 35 vacas rojas y blancas flotan en esta plataforma de 1.300 m2.

Son tres pisos: uno de diferentes usos sumergido en el agua, en el segundo hay una fábrica de lácteos donde se elabora el yogur y se trata la leche, y en la planta superior está el ganado, alimentándose al aire libre.

Se destaca el uso de la tecnología verde. El techo recoge el agua de la lluvia, que se reutiliza y, decenas de paneles solares que flotan en el agua suministran la energía que necesitan.

Las vacas se alimentan de desechos orgánicos de empresas locales. El estiércol se procesa y separa de la orina gracias al piso de membrana, lo que para Van Wingerden “representa un ciclo de producción perfecto”.

Redacción HOLANDA,
EFE

Una veintena de ganaderos holandeses está atento de la comida e higiene de las 35 vacas embarcadas en la primera granja flotante del mundo, que apuesta por la producción sostenible de leche en Rotterdam, aprovechando el espacio acuático, que representa el 70% del planeta.

Las cuatro palabras clave de este proyecto son el bienestar (del animal), la circularidad, la sostenibilidad y la innovación, tareas concentradas en una granja que produce productos saludables y cerca del consumidor; o sea, dentro de la ciudad, recuerda Peter Van Wingerden, desarrollador de la Floating Farm (granja flotante, en inglés).

La granja está en el complejo de Merwedehaven, en la periferia del puerto de Rotterdam. Rodeada de embarcaciones marítimas, recintos portuarios y vías acuáticas, las 35 vacas rojas y blancas flotan en esta plataforma de 1.300 m2.

Son tres pisos: uno de diferentes usos sumergido en el agua, en el segundo hay una fábrica de lácteos donde se elabora el yogur y se trata la leche, y en la planta superior está el ganado, alimentándose al aire libre.

Se destaca el uso de la tecnología verde. El techo recoge el agua de la lluvia, que se reutiliza y, decenas de paneles solares que flotan en el agua suministran la energía que necesitan.

Las vacas se alimentan de desechos orgánicos de empresas locales. El estiércol se procesa y separa de la orina gracias al piso de membrana, lo que para Van Wingerden “representa un ciclo de producción perfecto”.

Redacción HOLANDA,
EFE

Una veintena de ganaderos holandeses está atento de la comida e higiene de las 35 vacas embarcadas en la primera granja flotante del mundo, que apuesta por la producción sostenible de leche en Rotterdam, aprovechando el espacio acuático, que representa el 70% del planeta.

Las cuatro palabras clave de este proyecto son el bienestar (del animal), la circularidad, la sostenibilidad y la innovación, tareas concentradas en una granja que produce productos saludables y cerca del consumidor; o sea, dentro de la ciudad, recuerda Peter Van Wingerden, desarrollador de la Floating Farm (granja flotante, en inglés).

La granja está en el complejo de Merwedehaven, en la periferia del puerto de Rotterdam. Rodeada de embarcaciones marítimas, recintos portuarios y vías acuáticas, las 35 vacas rojas y blancas flotan en esta plataforma de 1.300 m2.

Son tres pisos: uno de diferentes usos sumergido en el agua, en el segundo hay una fábrica de lácteos donde se elabora el yogur y se trata la leche, y en la planta superior está el ganado, alimentándose al aire libre.

Se destaca el uso de la tecnología verde. El techo recoge el agua de la lluvia, que se reutiliza y, decenas de paneles solares que flotan en el agua suministran la energía que necesitan.

Las vacas se alimentan de desechos orgánicos de empresas locales. El estiércol se procesa y separa de la orina gracias al piso de membrana, lo que para Van Wingerden “representa un ciclo de producción perfecto”.

Redacción HOLANDA,
EFE

Una veintena de ganaderos holandeses está atento de la comida e higiene de las 35 vacas embarcadas en la primera granja flotante del mundo, que apuesta por la producción sostenible de leche en Rotterdam, aprovechando el espacio acuático, que representa el 70% del planeta.

Las cuatro palabras clave de este proyecto son el bienestar (del animal), la circularidad, la sostenibilidad y la innovación, tareas concentradas en una granja que produce productos saludables y cerca del consumidor; o sea, dentro de la ciudad, recuerda Peter Van Wingerden, desarrollador de la Floating Farm (granja flotante, en inglés).

La granja está en el complejo de Merwedehaven, en la periferia del puerto de Rotterdam. Rodeada de embarcaciones marítimas, recintos portuarios y vías acuáticas, las 35 vacas rojas y blancas flotan en esta plataforma de 1.300 m2.

Son tres pisos: uno de diferentes usos sumergido en el agua, en el segundo hay una fábrica de lácteos donde se elabora el yogur y se trata la leche, y en la planta superior está el ganado, alimentándose al aire libre.

Se destaca el uso de la tecnología verde. El techo recoge el agua de la lluvia, que se reutiliza y, decenas de paneles solares que flotan en el agua suministran la energía que necesitan.

Las vacas se alimentan de desechos orgánicos de empresas locales. El estiércol se procesa y separa de la orina gracias al piso de membrana, lo que para Van Wingerden “representa un ciclo de producción perfecto”.