Los ponchos de calidad se fabrican en Otavalo

IDENTIDAD. Este atuendo es uno de los principales productos que se expende en el sitio.
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En Otavalo existe un lugar donde resplandece el trabajo de su gente, la Plaza de los Ponchos, uno de los atractivos turísticos más visitados de Imbabura.

Aquí se puede encontrar una variedad de artesanías elaboradas por los kichwas del cantón. Entre sus productos está el tradicional poncho -hecho con tejidos bordados a mano-, prendas de vestir típicas de la zona, abrigos y más.

Todos los días se realizan las ferias, especialmente los sábados y miércoles. Los trabajadores llegan a este lugar desde tempranas horas a instalar su mercadería. En los últimos tiempos ha ido creciendo el comercio con nuevo personal, por lo que esta feria se extendió a las diferentes calles aledañas del sector.

Oferta
José Conterón, uno de los artesanos que se dedica a esta actividad desde hace 20 años, dice que “esta feria es conocida a escala mundial por los ponchos que se fabrican desde hace muchos años. Por eso se conoce a este mercado como la Plaza de Ponchos. Ahí se puede encontrar otras artesanías como tapices, sacos gruesos de lana tejidos a mano, gorros, guantes, chalinas, blusas bordadas, las famosas fajas usadas como cinturones por las indígenas, alpargatas, shigras, vestidos, bufandas y más, todos hechos con lana, algodón o acrílico”, comenta Conterón.

Los precios de los productos han variado con el transcurrir de los años, afirma Rafael Yacelga, uno de los primeros dirigentes del grupo de artesanos. Indica que en 1987, cuando se comercializaba en sucres, un poncho costaba 60.000 sucres, hoy el mismo producto tiene un valor de 25 dólares. Dice que en esa época se empezó con 500 artesanos y en la actualidad este número ha rebasado los 1.500, con diferentes asociaciones.

Costos de los productos
Cada artesanía que se oferta en este sitio tiene diferente precio, dependiendo de la calidad. Un poncho se encuentra desde los 8 dólares hasta los 45; las hamacas entre 20 y 35 dólares; las shigras entre 5 y 35 dólares. Las carteras, bufandas y los bolsos son los principales productos que expenden en esta feria tradicional. (DLH)

Historia del sitio
° La actual estructura de la Plaza de los Ponchos fue diseñada en 1972, con el financiamiento del Gobierno de Holanda y con el apoyo del Instituto de Antropología. En ese año, la arquitecta holandesa Tony Swollo creó la nueva Plaza Centenario, más organizada y con una mejor imagen. Desde entonces, muchos de los mercaderes no acudían solo los sábados, sino que se convirtió en una feria semanal. No obstante, su historia tiene decenas de años. Su origen se registra en 1870, cuando el expresidente Gabriel García Moreno decretó que los domingos se podía vender en este lugar las artesanías de Otavalo.

Este sitio, en sus inicios, brindaba un espacio para el deporte, en especial para el juego de la pelota de mano, mientras muchos hombres y mujeres de las comunidades ponían en exhibición sus trabajos en lana y productos de la tierra.

En Otavalo existe un lugar donde resplandece el trabajo de su gente, la Plaza de los Ponchos, uno de los atractivos turísticos más visitados de Imbabura.

Aquí se puede encontrar una variedad de artesanías elaboradas por los kichwas del cantón. Entre sus productos está el tradicional poncho -hecho con tejidos bordados a mano-, prendas de vestir típicas de la zona, abrigos y más.

Todos los días se realizan las ferias, especialmente los sábados y miércoles. Los trabajadores llegan a este lugar desde tempranas horas a instalar su mercadería. En los últimos tiempos ha ido creciendo el comercio con nuevo personal, por lo que esta feria se extendió a las diferentes calles aledañas del sector.

Oferta
José Conterón, uno de los artesanos que se dedica a esta actividad desde hace 20 años, dice que “esta feria es conocida a escala mundial por los ponchos que se fabrican desde hace muchos años. Por eso se conoce a este mercado como la Plaza de Ponchos. Ahí se puede encontrar otras artesanías como tapices, sacos gruesos de lana tejidos a mano, gorros, guantes, chalinas, blusas bordadas, las famosas fajas usadas como cinturones por las indígenas, alpargatas, shigras, vestidos, bufandas y más, todos hechos con lana, algodón o acrílico”, comenta Conterón.

Los precios de los productos han variado con el transcurrir de los años, afirma Rafael Yacelga, uno de los primeros dirigentes del grupo de artesanos. Indica que en 1987, cuando se comercializaba en sucres, un poncho costaba 60.000 sucres, hoy el mismo producto tiene un valor de 25 dólares. Dice que en esa época se empezó con 500 artesanos y en la actualidad este número ha rebasado los 1.500, con diferentes asociaciones.

Costos de los productos
Cada artesanía que se oferta en este sitio tiene diferente precio, dependiendo de la calidad. Un poncho se encuentra desde los 8 dólares hasta los 45; las hamacas entre 20 y 35 dólares; las shigras entre 5 y 35 dólares. Las carteras, bufandas y los bolsos son los principales productos que expenden en esta feria tradicional. (DLH)

Historia del sitio
° La actual estructura de la Plaza de los Ponchos fue diseñada en 1972, con el financiamiento del Gobierno de Holanda y con el apoyo del Instituto de Antropología. En ese año, la arquitecta holandesa Tony Swollo creó la nueva Plaza Centenario, más organizada y con una mejor imagen. Desde entonces, muchos de los mercaderes no acudían solo los sábados, sino que se convirtió en una feria semanal. No obstante, su historia tiene decenas de años. Su origen se registra en 1870, cuando el expresidente Gabriel García Moreno decretó que los domingos se podía vender en este lugar las artesanías de Otavalo.

Este sitio, en sus inicios, brindaba un espacio para el deporte, en especial para el juego de la pelota de mano, mientras muchos hombres y mujeres de las comunidades ponían en exhibición sus trabajos en lana y productos de la tierra.

En Otavalo existe un lugar donde resplandece el trabajo de su gente, la Plaza de los Ponchos, uno de los atractivos turísticos más visitados de Imbabura.

Aquí se puede encontrar una variedad de artesanías elaboradas por los kichwas del cantón. Entre sus productos está el tradicional poncho -hecho con tejidos bordados a mano-, prendas de vestir típicas de la zona, abrigos y más.

Todos los días se realizan las ferias, especialmente los sábados y miércoles. Los trabajadores llegan a este lugar desde tempranas horas a instalar su mercadería. En los últimos tiempos ha ido creciendo el comercio con nuevo personal, por lo que esta feria se extendió a las diferentes calles aledañas del sector.

Oferta
José Conterón, uno de los artesanos que se dedica a esta actividad desde hace 20 años, dice que “esta feria es conocida a escala mundial por los ponchos que se fabrican desde hace muchos años. Por eso se conoce a este mercado como la Plaza de Ponchos. Ahí se puede encontrar otras artesanías como tapices, sacos gruesos de lana tejidos a mano, gorros, guantes, chalinas, blusas bordadas, las famosas fajas usadas como cinturones por las indígenas, alpargatas, shigras, vestidos, bufandas y más, todos hechos con lana, algodón o acrílico”, comenta Conterón.

Los precios de los productos han variado con el transcurrir de los años, afirma Rafael Yacelga, uno de los primeros dirigentes del grupo de artesanos. Indica que en 1987, cuando se comercializaba en sucres, un poncho costaba 60.000 sucres, hoy el mismo producto tiene un valor de 25 dólares. Dice que en esa época se empezó con 500 artesanos y en la actualidad este número ha rebasado los 1.500, con diferentes asociaciones.

Costos de los productos
Cada artesanía que se oferta en este sitio tiene diferente precio, dependiendo de la calidad. Un poncho se encuentra desde los 8 dólares hasta los 45; las hamacas entre 20 y 35 dólares; las shigras entre 5 y 35 dólares. Las carteras, bufandas y los bolsos son los principales productos que expenden en esta feria tradicional. (DLH)

Historia del sitio
° La actual estructura de la Plaza de los Ponchos fue diseñada en 1972, con el financiamiento del Gobierno de Holanda y con el apoyo del Instituto de Antropología. En ese año, la arquitecta holandesa Tony Swollo creó la nueva Plaza Centenario, más organizada y con una mejor imagen. Desde entonces, muchos de los mercaderes no acudían solo los sábados, sino que se convirtió en una feria semanal. No obstante, su historia tiene decenas de años. Su origen se registra en 1870, cuando el expresidente Gabriel García Moreno decretó que los domingos se podía vender en este lugar las artesanías de Otavalo.

Este sitio, en sus inicios, brindaba un espacio para el deporte, en especial para el juego de la pelota de mano, mientras muchos hombres y mujeres de las comunidades ponían en exhibición sus trabajos en lana y productos de la tierra.

En Otavalo existe un lugar donde resplandece el trabajo de su gente, la Plaza de los Ponchos, uno de los atractivos turísticos más visitados de Imbabura.

Aquí se puede encontrar una variedad de artesanías elaboradas por los kichwas del cantón. Entre sus productos está el tradicional poncho -hecho con tejidos bordados a mano-, prendas de vestir típicas de la zona, abrigos y más.

Todos los días se realizan las ferias, especialmente los sábados y miércoles. Los trabajadores llegan a este lugar desde tempranas horas a instalar su mercadería. En los últimos tiempos ha ido creciendo el comercio con nuevo personal, por lo que esta feria se extendió a las diferentes calles aledañas del sector.

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José Conterón, uno de los artesanos que se dedica a esta actividad desde hace 20 años, dice que “esta feria es conocida a escala mundial por los ponchos que se fabrican desde hace muchos años. Por eso se conoce a este mercado como la Plaza de Ponchos. Ahí se puede encontrar otras artesanías como tapices, sacos gruesos de lana tejidos a mano, gorros, guantes, chalinas, blusas bordadas, las famosas fajas usadas como cinturones por las indígenas, alpargatas, shigras, vestidos, bufandas y más, todos hechos con lana, algodón o acrílico”, comenta Conterón.

Los precios de los productos han variado con el transcurrir de los años, afirma Rafael Yacelga, uno de los primeros dirigentes del grupo de artesanos. Indica que en 1987, cuando se comercializaba en sucres, un poncho costaba 60.000 sucres, hoy el mismo producto tiene un valor de 25 dólares. Dice que en esa época se empezó con 500 artesanos y en la actualidad este número ha rebasado los 1.500, con diferentes asociaciones.

Costos de los productos
Cada artesanía que se oferta en este sitio tiene diferente precio, dependiendo de la calidad. Un poncho se encuentra desde los 8 dólares hasta los 45; las hamacas entre 20 y 35 dólares; las shigras entre 5 y 35 dólares. Las carteras, bufandas y los bolsos son los principales productos que expenden en esta feria tradicional. (DLH)

Historia del sitio
° La actual estructura de la Plaza de los Ponchos fue diseñada en 1972, con el financiamiento del Gobierno de Holanda y con el apoyo del Instituto de Antropología. En ese año, la arquitecta holandesa Tony Swollo creó la nueva Plaza Centenario, más organizada y con una mejor imagen. Desde entonces, muchos de los mercaderes no acudían solo los sábados, sino que se convirtió en una feria semanal. No obstante, su historia tiene decenas de años. Su origen se registra en 1870, cuando el expresidente Gabriel García Moreno decretó que los domingos se podía vender en este lugar las artesanías de Otavalo.

Este sitio, en sus inicios, brindaba un espacio para el deporte, en especial para el juego de la pelota de mano, mientras muchos hombres y mujeres de las comunidades ponían en exhibición sus trabajos en lana y productos de la tierra.